Fabián San Martín D.
Un matrimonio tendrá que revivir el dolor que significó la pérdida de su única hija.
En febrero de 2013 Eric Galleguillos y su esposa sufrieron la abrupta partida de su amada Fernanda, a los 3 años. Invirtieron una millonaria cifra en la compra de una tumba en el cementerio Parque El Sendero de La Pólvora, con la intención de que a futuro la familia quede unida para siempre.
El dolor por su ausencia permanece en estos 5 años, y ayer se acrecentó cuando los padres llegaron al camposanto. Llevaban flores y una torta para hacer un picnic con motivo del Día de la Madre, pero se encontraron con una desagradable sorpresa.
A un costado de la sepultura de su hija había un profundo hoyo y en el pasto, a la vista de todos, un sarcófago con signos de haber sido desenterrado. Al mirar el interior de la fosa observaron daños severos en el cemento de la sepultura de Fernanda. La lápida y sus juguetes presentaban destrozos.
Al preguntarle a los trabajadores, les indicaron que el día anterior mientras se realizaba una faena de traslado con maquinaria pesada, de forma accidental a la retroexcavadora que levantaba un sarcófago, se le cortaron las cadenas y golpeó la sepultura de la pequeña, que a todas luces está con daños estructurales.
"Esto fue la gota que rebasó el vaso, ya que durante estos años ha sido deficiente la mantencion. Hemos sufrido saqueos y ahora esta desprolijidad. Eso debe estar sellado a perpetuidad y no roto por los riesgos de inundación y problema sanitario", dice Eric.
Los afligidos padres acudieron a la administración a buscar una explicación, pero el encargado estaba fuera de la zona y tuvieron que esperarlo por horas. Ahora ven con dolor que el cuerpo tendrá que ser exhumado y trasladado para los arreglos.
"Tendremos un nuevo entierro con la pena que aun no logramos superar". Hicieron la denuncia en Carabineros y no descartan acciones legales. No fue posible tener una versión del administrador, pero un funcionario dijo que están acompañando a la familia en este problema.