Madres lesbianas e hijo trans: el duro camino para ser una familia
Mercedes, Paola y Gustavo se sumaron a dirigentes y representantes de las comunidades homosexuales y transgénero para manifestar en el frontis del Congreso y exigir avances en la ley que otorga derecho a filiación.
Gustavo tiene dos mamás, Mercedes y Paola. Vive hace cerca de un año en Recreo, y por estos días se apronta para la PSU, asistiendo a un preuniversitario para reforzarse.
Con un letrero que expone: "Mis madres son lesbianas. Yo soy trans y somos una familia feliz", el joven de 20 años da a conocer su realidad: es un hombre transgénero, hijo de una familia homoparental.
En el contexto de una manifestación afuera del Congreso Nacional, Gustavo cuenta que la ley sólo reconoce a su madre biológica como su progenitora legal.
"Legalmente, soy hijo de una, pero las dos me criaron, las dos tuvieron mucho que ver con mi desarrollo personal, siempre estuvieron ahí, desde que tengo uso de razón, y nunca se alejaron", relata.
Su cédula de identidad dice que se llama Gustavo Jordan Figueroa, el primer apellido es de su madre Paola, y el segundo, de Mercedes, su madre biológica. A pesar de llevar el apellido de ambas, en términos estrictamente jurídicos no son una familia.
Ante la eventualidad de que sus madres se separaran o su mamá biológica falleciera, Paola no podría ejercer su rol como madre. Eso es precisamente por lo que se estaban expresando los manifestantes.
"Es súper fome porque yo nunca pude reconocer legalmente como si fuéramos una familia. Es súper triste la verdad para nosotros como hijos, y como familia, no es igual con las otras familias. Yo expongo mi historia, y yo muestro lo que soy porque esa es la única forma de que las cosas se sepan y se den a conocer", indica Gustavo.
Además, el joven encarna la lucha contra la transfobia, una batalla que a su juicio cuesta más llevar a cabo por la desinformación que existe en torno al tema, incluso dentro de su familia.
"El tema de que yo fuera trans, para ellas fue muy extraño porque lo trans está mucho más invisibilizado que el tema lésbico, y el tema homosexual. Ellas estuvieron mucho tiempo dentro del clóset, ahora recién están saliendo a la luz cuando vieron que yo tuve el valor de decir 'Mira, saben yo no soy una mujer lesbiana, no soy nada que tenga que ver con ustedes, sino que tengo mi propia identidad de género'", agrega el joven mientras sigue sosteniendo su pancarta.
Respecto de su condición de transgénero, Gustavo enfatiza que siempre estuvo en él. Desde sus primeros años de vida, pese a que nació en el cuerpo de una mujer, él sabía que era, en realidad, un hombre, y así se los hizo saber a sus madres.
"Yo, desde los cinco años, desde que tengo uso de razón, sé que soy un hombre. No hubo ninguna duda en mi cabeza, las dudas me las puso la sociedad", sentencia.
Filiación
El libre derecho a la filiación es la principal demanda de los cerca de treinta manifestantes que agitaban banderas de la diversidad y vitoreaban consignas contra la homofobia y transfobia. El derecho a la filiación, en la ley chilena, es supeditado a la descendencia o el matrimonio; y en Chile sólo se pueden casar las parejas heterosexuales.
Acompañando a los dirigentes, se hizo presente una bancada de parlamentarios del Frente Amplio, dentro de la cual el diputado Pablo Vidal advirtió que están apoyando todas las medidas en favor de la diversidad, como el matrimonio igualitario, la adopción homoparental y el derecho a la filiación.
"Nosotros hacemos un llamado al Gobierno, que ha dicho que los primeros en la fila tienen que ser los niños, a reconocer que hay muchas familias que están deseando poder darle amor y cariño a los niños de Chile. El Gobierno tiene que entender que esa forma heterosexual de entender la familia no es la única legítima, hay otras muchas posibles, que son deseables que son lindas también", señaló.
Cristal Campillay, representante de la Mesa de Diversidad Sexual, aseveró que se busca derribar los viejos modelos tradicionales para crear consciencia de que todos los tipos de familias, son igual de válidas.
"Nos interesa reconocer que una familia no tiene que ver con un aspecto moral o tradicional como es este estereotipo traído de occidente, sino que la construcción de familia viene del amor, el respeto, el cuidado, y el apoyo. Lo que nosotros abogamos es que, sobre todo en este caso, los niños que nacen dentro de la familia no sean solamente reconocidos una vez que exista una institución como el Acuerdo de Unión Civil o el Matrimonio, sino que se de por hecho que la familia como institución misma se puede construir de maneras diversas", dice.