Sacerdote Enrique Opaso: "Las otras víctimas somos los curas"
Así reaccionó ante la crisis de la Iglesia Chilena y los últimos acontecimientos en el Vaticano. Otros cuatro párrocos se refieren a la carta del Papa Francisco y confían en una renovación del episcopado nacional.
Mientras en el Vaticano los 34 obispos chilenos -quienes ayer pusieron su cargo a disposición- mantenían reuniones con el Papa Francisco y realizaban jornadas de reflexión, en distintas parroquias de la zona los curas analizaban con ojo crítico cada paso de sus superiores, mientras seguían realizando su trabajo de manera normal.
Fueron tres días de reuniones en Roma, a donde el Sumo Pontífice llamó a los chilenos para abordar la actual crisis de la Iglesia local, en particular las denuncias de abusos sexuales cometidos por sacerdotes y que hasta ahora no han sido castigados.
Que se vayan
El cura Enrique Opaso es conocido por su franqueza al hablar. Y al reflexionar sobre los últimos acontecimientos señala que "hay que decir, claramente, que las otras víctimas de toda esta situación somos los curas. Porque a los curas nos gritan en la calle, los curas son interpelados por la gente, los curas somos los que ponemos la cara. Los Obispos han hecho despropósitos y dicho despropósitos y el que pone la cara es el cura en su parroquia".
El actual párroco de la Iglesia San Miguel de Recreo también tuvo palabras para la carta de Francisco. "La primera declaración del Vaticano no decía nada y la verdad, si no se filtra ese documento que trabajó el Papa con los obispos estaríamos en otro escenario; en un escenario de fracaso, de frustración. La carta del Papa es de una contundencia impensada y es lo que necesita la Iglesia en Chile. Me sumo a las palabras del Papa y creo que la única posibilidad que tiene la Iglesia de Chile de retomar su camino de encuentro con el pueblo de Dios, fraternal, sencillo, humilde, es la salida de muchos de estos obispos que han colocado a la iglesia en una situación súper peligrosa".
Quien también piensa que lo mejor sería un cambio de obispos, es el cura de Ramaditas, Óscar Zamora, otro sacerdote que se caracteriza por su espontaneidad. "Creo que la Iglesia desde hace un tiempo necesitaba una renovación en cuanto a los criterios, ya sea de la elección de los obispos y por otro lado se necesitan pastores más cercanos, más sencillos, que estén al servicio. Con los obispos notamos una lejanía. El mismo clero se da cuenta que están muy lejos de nosotros, están como verdaderos príncipes de la Iglesia. Nosotros vamos detrás de un carpintero, no vamos detrás de un emperador".
Zamora además advirtió que "lo que ha pasado con los obispos ocurrió porque se les ha ido arrancando Dios del corazón. Era necesario que esta cuestión se terminara. Se nota en el sentir de la gente, el modo como vive un Obispo, cómo se viste, que ostentan lo que no somos. Nosotros estamos llamados a cumplir un servicio".
Asimismo, Óscar Zamora reconoció que lo ocurrido en el Vaticano es sanador para los sacerdotes chilenos: "Tenemos que padecer a los obispos cuando actúan con prepotencia, abusando del poder...pero también tengo que decir que hay obispos sanos y buenos, no hay que meter a todos en el mismo saco".
Pies en la tierra
El cura de los migrantes y cabeza de la iglesia Corazón de María de Valparaíso, Pedro Nahuelcura, también cree que es necesaria una renovación del episcopado y consideró que "la carta del Papa es dura, es fuerte, es real y reconoce una serie de errores que se han producido a lo largo de más de diez años, tiempo en que debieron acompañar, velar, cuidar y proteger a las víctimas; pero le han dado más bien el favor a los victimarios".
Nahuelcura también se proyecta a futuro. "Mañana (hoy) comenzamos la fiesta de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y no me cabe duda de que en Chile esto va a ser un nuevo Pentecostés, en que vamos a tener, si Dios así lo quiere y el Papa lo confirma, una renovación en el episcopado. (Necesitamos) un episcopado que sea más profético, más de piel, con los pies puestos en la tierra mirando hacia las alturas y no al revés, de las alturas mirando a la tierra. Pastores que sepan la realidad".
Avergonzado
Si bien el cura congolés Josephat Kawa, de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes de Placeres, está esperanzado con lo que vendrá para la iglesia chilena, de todas maneras reconoció que los últimos acontecimientos le han llegado profundamente.
"Como miembro de la Iglesia lo he vivido con mucha vergüenza y dolor, pero con la gente que viene a la parroquia he hablado abiertamente del problema. Han habido algunos pastores que se equivocaron, la iglesia no sólo son los obispos y sacerdotes, la iglesia somos todos, pero algunos miembros de la iglesia se equivocaron. Hay que corregir eso".
Kawa además destacó que "tenemos que obedecer siempre al Papa. Ahora él tiene que decidir, cuando llegue el momento. Después de esta reunión se viene la primavera de la iglesia chilena".
Más humildad
Para el cura Marcelo Catril, capellán de los campamentos de Viña del Mar, "la carta del Papa Francisco nos llama a trabajar en comunidad y participación, a tomar conciencia todos. Esto no es de unos poquitos, es de todos juntos como obispos, ellos no pueden salvarse a sí mismos".
Catril se refirió a una frase del jefe mundial de la Iglesia que le llamó la atención, "lo de la sicología de elite, estos grupos que generan dinámicas de divisiones, separaciones, de círculo cerrado, que promueven espiritualidades narcisistas y autoritarias, donde ellos eran lo que importaba. Ese mensaje es importante para todos los sacerdotes, lo de no vivir en el mesianismo, que nosotros tenemos la última palabra...eso nos ha hecho mucho daño".