Remate histórico: las últimas mercancías de "Casa Ximena"
Hoy y mañana serán entregados al mejor postor los últimos artículos de la histórica tienda porteña que cierra sus puertas para siempre. Se espera asistencia masiva.
Una nueva luz que se apagó, otro de los referentes del comerció histórico de Valparaíso abandona el mercado, y para oficializar el cierre definitivo e inevitable de sus puertas, todas sus mercancías serán entregadas al mejor postor, literalmente. Es el masivo remate de los artículos de la mítica Casa Ximena. Su última venta.
El tradicional negocio local bajó la cortina de sus tiendas de Valparaíso y Viña del Mar, dejando una gran cantidad de productos que no se pudieron vender antes de decir adiós. El cese de actividades se conjugó como una liquidación voluntaria, instancia legal solicitada por la propia empresa deudora, como fue este caso, específicamente en el Cuarto Juzgado Civil de Valparaíso, durante este mismo año.
El remate será de gran escala, por la inmensa cantidad de elementos que serán subastados. Un total de 900 lotes, cantidad inusualmente alta que, según explicaron los entendidos de la casa de remate, es una maniobra usada para obtener mayores recursos, pues los productos son vendidos en menores cantidades, vale decir, en lotes más pequeños.
Desde un par de audífonos hasta un refrigerador, hay absolutamente de todo. Los lotes están acopiados en una gran bodega ubicada en Placilla, donde se realizará el remate.
Su imagen dista mucho de su anterior casa, ya no hay góndolas, mostradores ni pisos de cerámica que relucen y reflejan. Ahora se ubican lejos del centro, en Placilla, en un gran galpón, envueltos por plástico, algunos con protecciones de plumavit y otros aún en sus cajas de embalaje. En una esquina luce el número del lote. Casi como una anécdota, algunos electrodomésticos conservan la etiqueta con el precio al que se iban a vender, cifras que muy difícilmente serán siquiera rozadas con los precios que ofrecerán los compradores.
En fila, los refrigeradores se alinean, en una habitación aparte, los colchones descansan uno sobre otro como geométricas nubes de algodón. Al medio, los juegos de living se enfilan como reflejos unos de otros. Los del rincón están cubiertos por una milimétrica película de polvo, que se limpia con el más leve soplido.
Alta convocatoria
Durante esta semana, estuvieron en exhibición y han recibido incontables visitas de vecinos del sector, curiosos, comerciantes del rubro, y compradores especialistas en subasta. Por esta razón, los rematadores esperan una alta convocatoria para estos días.
"Ha venido harta gente la verdad, durante estos días hemos recibido varias visitas. Es que son muchos lotes, son muchos productos. Si llega mucha gente vamos a tener que hacerlo afuera porque no podríamos meter a tantas personas acá adentro, pero habrá que ver", señaló Bernardo Gálvez, trabajador de la casa de Remate.
En efecto, son cientos de elementos de diverso índole los que se pueden adquirir.
100 televisores Led, 100 bicicletas, 60 refrigeradores, 80 lavadoras automáticas, 33 cocinas, 180 hornos eléctricos, 50 aspiradoras, 10 estufas, 80 colchones, y muchas cosas más serán repartidas.
El remate se llevará acabo en Placilla, en una bodega ubicada entre las calles Segunda del Sur y Novena. Hoy será la primera parte de la subasta, donde se disputarán los lotes 1 al 450, y mañana viernes del 451 al 900. La jornada comenzará a las 11.00 de la mañana y se estima que durará hasta las 18.00 horas, aproximadamente.
"Los productos están todos nuevos, no se han tocado para nada, están listos para ser vendidos, hay de todo en realidad, línea blanca, amasandería, cocina, artículos de oficina, de todo", cuenta Bernardo, agregando que por ley, todos los artículos deben ser subastados, no puede quedar nada.
"Para estos casos, no puede quedar nada, ningún lote, todo debe ser rematado", explica.
De este modo, la última tracalada de productos de Casa Ximena serán vendidas de una inusual manera, sin vendedores, sin tarjetas de crédito, sin cuotas, interés ni precio contado. La única decisión que importa es la del golpe del martillo, un fallo que oficializa la compra, al nuevo dueño del producto en cuestión.
Si se anima, puede quedarse con un pedacito de Casa Ximena.