En cuanto a la fiscalización de quienes hacen sus necesidades en la calle, el director de Asesoría Jurídica del municipio porteño, Nicolás Guzmán, precisó que en el artículo 57 se expresa que cualquier habitante puede denunciar a Carabineros e inspectores municipales o de manera directa en los Juzgados de Policía Local. "Entre todos debemos ayudar a erradicar estas conductas", apuntó.
"Valpo está hediondo a pichí", es una frase que se escucha constantemente y a los porteños de corazón pucha que les duele, más aún cuando queda la sensación de que aquí en Valparaíso todos hacen lo que quieren, incluyendo sus necesidades fisiológicas.
Sin ir más lejos, hace una semana La Estrella publicó una nota sobre el porteño Andrés González, presidente de la agrupación social Érase una Vez Valparaíso, quien en seis horas contabilizó que más de 45 personas orinaron en el callejón de Almirante Muñoz Hurtado, del Barrio Puerto. Aburrido de soportar los malos olores, instaló unos urinarios públicos que costeó con su propio dinero, pero fue multado por la municipalidad por no contar con los permisos correspondientes para intervenir un sector del Casco Histórico.
Fue así que el gesto de Andrés volvió a poner sobre la mesa esta fétida y desagradable problemática, e instó a las autoridades y a los privados para realizar propuestas y tomen medidas, como por ejemplo, instalar baños públicos y urinarios en distintos sectores de la ciudad con el fin de reducir la contaminación y el mal olor.
Hay quienes opinan que el gran problema es la falta de baños públicos en Valparaíso. Si hacemos un recuento, solo hay tres lugares con baños públicos en el plan: Parque Italia, plaza Victoria, y la Pérgola de la Flores de Cumming. Funcionan con horarios, por lo que no siempre están disponibles ante una "emergencia".
La otra opción es solicitar baño en restaurantes, supermercados y centros comerciales, pero la gran mayoría solo pueden ser utilizados por sus clientes, lo que no justifica que las personas puedan orinar y defecar en la vía pública.
En ese sentido, Juan Carlos González, delegado nocturno del municipio de Valparaíso, señaló que dichas incivilidades reflejan que la ciudad está en deuda con los baños públicos.
"Identificamos las zonas rojas que tienen que ver con el eje Errázuriz, Bellavista, subida Ecuador, Cumming, y dentro de eso nos dimos cuenta que existen algunos baños públicos, pero lamentablemente los horarios son los que no coinciden con la necesidad que hoy día tenemos en la ciudad".
Agregó que "es por eso que con la administración estamos revisando todos los contratos para saber el por qué no están dadas las condiciones. Además estamos desarrollando nuevos contratos para los baños que existen, y también estamos trabajando en un nuevo diseño de baños públicos municipales y privados -con el comercio nocturno y empresas- que también quieren aportar con baños para la ciudad", detalló González.
Todas estas medidas forman parte de un plan integral con limpiezas participativas de la ciudad; mejoramiento de fachadas, proyectos de seguridad para mejorar las luminarias, alarmas comunitarias, y donde se incluyen los baños públicos.
"Queremos hacer un cambio cultural en las personas, que es donde más nos afecta, porque podemos tener muchos baños en la ciudad, pero si las personas no los ocupan no sacamos nada", concluyó el delegado nocturno.
Por otro lado, actos como orinar y defecar en la vía pública deberían estar regulados expresamente en la Ordenanza Local de Aseo y Ornato de Valparaíso. Sin embrago, dentro del artículo 13 que establece las prohibiciones, no se encuentra un tipo específico que sancione estas conductas. Es por eso que los Juzgados de Policía Local sancionan este tipo de conductas en base a un supuesto genérico que es "la prohibición de realizar cualquier acto u omisión que signifique un desaseo de la comuna".
En ese sentido, el director de Asesoría Jurídica del municipio porteño, Nicolás Guzmán, explicó que "las sanciones tienen multas muy bajas de 1 UTM, porque se trata de una infracción menos grave. Y lo que nosotros estamos proponiendo es incorporar en el artículo 13 de la Ordenanza una prohibición de orinar y defecar en lugares o bienes nacionales de uso público y sancionarlo como una infracción grave, lo que permitiría aplicar una multa mucho mayor que va entre las 4 y 5 UTM ($240 mil aproximadamente), para que en definitiva podamos erradicar estas conductas de desaseo en Valparaíso".