Las vacaciones son el "veranito de San Juan" de los lancheros
La salida de los escolares es esperada con ansias en el muelle Prat. Los paseos en lancha están a la orden del día, y ahora puede hasta leer La Estrella a bordo de las naves.
Un panorama clásico que no pasa de moda, y por estos días, aumenta su demanda con alegres y escurridizos pasajeros. La pausa escolar de mitad de año cae como un regalo para los lancheros del Muelle Prat.
"Las vacaciones de invierno son como nuestro veranito de San Juan, lo esperamos durante todo el año porque aumenta la actividad", cuenta Leonardo Sepúlveda, mientras realiza algunas señas para juntar a los últimos pasajeros para llenar "La Pinta" y salir al mar.
Algunos de los escolares ya salieron de vacaciones de invierno, y el aumento en la demanda se hace notar en el muelle Prat con más chalecos salvavidas de tallas pequeñas que lo acostumbrado. Las cabecitas y bracitos brotan con gracia de los inflables anaranjados.
Leonardo promete que sin importar la hora o la edad, todos pagan lo mismo: $3.000 (con los bebés se puede hacer un trato especial). La vuelta llega hasta Barón y tiene una duración aproximada de 30 minutos, pero "siempre puede durar un poquito más", según explica el experimentado lanchero.
"Se supone que salieron hoy día, para estas fechas sube bastante la actividad aquí, los niños disfrutan mucho estos paseos. Llegamos hasta el Muelle Barón, a los niños les gusta porque nosotros hacemos una ruta bien entretenida que les encanta, les mostramos los lobitos de mar, los barcos de guerra, el dique flotante, y todo Valparaíso", relata el lanchero, agregando que los niños, lejos de asustarse, son los más entusiastas de los paseos y vitorean con cada salto, con cada golpe contra las olas.
Desde temprano
Las primeras salidas son a las 09.00 de la mañana, y las últimas a las 21.00 horas con los paseos nocturnos, pero el horario peak es entre las 15.00 y las 17.00 horas, ese tramo es donde hay más pasajeros buscando paseos.
Los niños se le adelantan a sus padres, y avisan a cual lancha quieren subirse. Los papás preguntan los precios, y se suben uno a uno con la ayuda de los lancheros que colocan su pie para "retener" la embarcación. Arriba, escogen sus puestos, se calzan los chalecos flotantes y salen a alta mar.
Catalina Fernández vino con una comitiva de pequeños navegantes para disfrutar de la tradicional atracción turística.
"Vinimos a aprovechar las vacaciones de los niños, buscando panoramas. A los niños les gusta el mar, siempre les ha llamado la atención, aunque es primera vez que salen al mar en lancha. Sus amigos, mas grandes ya han andado antes, a ellos les quedó gustando. Esperemos que se porten bien", menciona la viñamarina, agregando: "Yo cuando tenía la edad de ellos, vine por primera vez a los paseos en lancha".
Noticias en el mar
Mientras los pequeños alucinan con el paseo, los más grandes pueden informarse sobre el acontecer de la región, ya que ediciones de La Estrella de Valparaíso serán facilitadas gratuitamente para los visitantes que disfruten de los paseos en lancha desde el muelle. Un espacio privilegiado para relajarse y leer el diario.
Dos clásicos de Valparaíso unidos en un paseo: La Estrella y las lanchas.