Cinthia Matus O.
Los médicos pertenecientes a la Unidad de Emergencia del Hospital de Quilpué, escribieron una carta para denunciar las "precarias condiciones laborales" a las que se ven expuestos día tras día. Así, los médicos generales, cirujanos, pediatras y urgenciólogos, informaron que están impedidos de realizar adecuadamente la labor asistencial que se les ha encomendado, al punto de "poner en juego" su integridad profesional, emocional y la atención de los pacientes.
"Desde hace años que estamos viviendo una situación límite respecto a los recursos asignados a nuestro centro, debiendo lidiar además con las trabas que se nos presentan en nuestro mismo hospital para resolverlas", dijeron.
Los médicos agregaron que el recinto se ha vuelto "pequeño" para el incremento de los pacientes que provienen de la Provincia del Marga Marga. Destacaron que tienen asignada una población de 394.781 personas, pero que sólo disponen de 156 camas hospitalarias y un presupuesto anual aprobado para el 2018 de M$19.039.299. Estas cifras, las compararon con las del hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, que tiene 443 camas para 411.747 personas y el hospital San Martín de Quillota, que dispone de 214 camas para 300.571 habitantes.
"Pobreza ética"
Como si lo anterior fuera poco, desde la Fenats, Marcelo Ahonzo comentó que existe una "pobreza ética" que se suma a un sistema de atención poco amigable. "Nosotros tenemos paramédicos que están moralmente en el suelo porque dicen 'este paciente no tenía por qué haberse muerto' (...) Yo siempre le digo al director de nuestro hospital: 'Doctor, el primer paso es admitir que estamos mal, admitamos la crisis que estamos pasando y empecemos a cambiar las cosas', pero no pasa nada", dijo.
Asimismo, criticó el sistema Sidra, en donde se ingresan los pacientes. "Es muy poco humano. Por ejemplo, se llama al paciente y el doctor en un computador ve por qué consultó. Ahí le deja indicaciones, pero ese paciente que ya entró, todavía no ha tenido contacto con nadie. De repente, va el enfermero y ve su pantalla y dice: 'Ah, tengo que poner un medicamento' y empieza a gritar el nombre del paciente. Le inyecta, pero nadie le dice nada, no hubo contacto visual, antiguamente eso no pasaba, el médico le preguntaba por qué venía", detalló.
Marcelo Ahonzo agregó que han habido casos en que los médicos se han equivocado y ha tenido que sacar al paciente del sistema. "Pero se descuidó de volver a inscribirlo y el paciente ha pasado más de 20 horas con su fractura de caderas en una camilla, sin ser trasladado al Fricke", acotó.
El vocero de la Fenats enfatizó que están pidiendo "sanciones ejemplificadoras, que no duerman en los famosos sumarios", porque "cuando son dirigidos hacia profesionales, llegan a nada".
Mesa de trabajo
El Hospital de Quilpué respondió a estas denuncias y dijo que instaló una mesa de trabajo. Así también, que implementará medidas para optimizar la atención. "La Unidad de Emergencia del Hospital de Quilpué, de la red del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, está preparada y su personal entrenado para dar respuesta a las necesidades de la población usuaria de acuerdo a protocolos de atención ministeriales, cuando presentan una urgencia que revista una situación de gravedad", expresó.
El recinto no negó el aumento de pacientes y su grado de complejidad, pero enfatizó que "la Dirección y Subdirección Médica del establecimiento acogieron de inmediato la preocupación de los médicos de la Unidad de Emergencia" y que la mesa de trabajo ya presenta algunos avances como "optimizar el apoyo de los médicos residentes de medicina interna a la atención de pacientes del establecimiento, tanto hospitalizados como de la Unidad de Emergencia". En materia de infraestructura se dispondrán acciones de mejora del espacio físico.