Señora directora: tanto en Valparaíso, Viña del Mar y en todas las comunas de la región he leído intenciones y proyectos para el control de los perros vagos, pero por lo visto, en ninguna de estas comunas se ha logrado el objetivo. Entonces, es ahí cuando surge mi pregunta: ¿por qué en los países vecinos han podido controlar este problema? ¿Es por falta de recursos o de creatividad o, simplemente no existe real interés de buscar la solución? Muchas veces veo cómo a los turistas les llama la atención los canes callejeros y se acercan a ellos y los ven como parte de nuestro paisaje. Eso me da vergüenza y rabia a la vez. Espero que algún días nuestras autoridades logren darle solución a un problema tan importante. Esto no puede seguir en espera. A lo mejor, debería tomarse como una política de país. Esto porque el problema es en todas las ciudades de nuestro querido Chile, aunque es más notorio en esta zona.

Julio Salazar González

Desde un tiempo a esta parte se observa que personeros de la política, emplean exageradamente expresiones tales como este hecho es de "extrema gravedad" lo que ha dicho el parlamentario es "gravísimo" o esta decisión es de la "máxima gravedad". Obviamente, lo hacen como lenguaje de trinchera política para incordiar al adversario lo que puede ser explicable. Sin embargo, el uso de este lenguaje en la política provoca efectos negativos. Uno, es que el ciudadano común puede llegar a pensar que vive en un escenario dramático. Segundo, deja en evidencia que quienes usan este lenguaje superlativo no tienen una evaluación precisa o bien una justa categorización de lo que sucede, lo que es impropio de quienes ejercen la cosa pública ya que no todo puede estar en ese nivel de gravedad y tercero, que profundizan un clima de tensión absolutamente inconveniente en el Chile de hoy.

En estas circunstancias vale la pena recordar la frase del político español Adolfo Suárez "busquen siempre las cosas que les unen y dialoguen con serenidad y justicia acerca de los que les separa".

Le saluda,

Jaime García Covarrubias