Cinthia Matus O.
Este domingo, un gran incendio consumió al Museo Nacional de Río de Janeiro, en Brasil. De las 20 millones de piezas que tenía, sólo el 10% se salvó. "Se acabó. No sé si la institución va a seguir existiendo después de esto", dijo José Perez Pombal, exdirector del recinto, tras observar la intensidad de las llamas.
En Valparaíso, los directores de la Biblioteca Santiago Severín, el Museo de Historia Natural y del Museo de Bellas Artes del Palacio Baburizza, manifestaron su pesar por el hecho. Asimismo, su preocupación por los protocolos de seguridad ante emergencias: ¿Los edificios están preparados para resistir esta y otras tragedias?.
"La noticia del incendio del museo en Brasil nos ha apenado a todos, especialmente a los que estamos en esta área, pero también nos ha puesto en alerta acerca de revisar nuestras medidas de seguridad para este tipo de catástrofes u otras", dijo Rafael Torres, director del Bellas Artes.
Trabajo con Bomberos
Loredana Rosso, directora del Museo de Historia Natural, comentó que el inmueble, que está en calle Condell de Valparaíso, está en riesgo por los "edificios antiguos que están a los lados". Sin embargo, acotó que el personal está siempre capacitándose en el manejo de extintor y otras emergencias. "De hecho, hace 3 ó 4 años, nos pusieron un bomba en una de las salas y uno de los vigilantes fue el que lo apagó, sin llegar a mayores", acotó.
En cuanto a las colecciones, la directora Rosso aseguró que están guardadas en un edificio distinto al que accede el público. "Están en otro edificio de hormigón con todas las condiciones de temperatura, humedad, etcétera", dijo. Aún así, este inmueble no está exento de riesgos. "Es súper difícil poder tomar medidas tan paliativas" admitió Rosso, "porque el museo de Brasil se quemó en un segundo".
La directora agregó que han trabajado harto con Bomberos para conocer el museo y saber, por ejemplo, dónde no hay que echar agua y dónde están las obras más importantes. "Es un proceso que recién está comenzando", dijo.
Rosso destacó que el museo es gratuito, pero que hay 6 vigilantes, más el supervisor de seguridad, que están siguiendo las acciones sospechosas.
Comité de seguridad
María Eugenia Báez, de la Biblioteca Severín, contó que hace un tiempo fueron víctimas de un incendio que les dañó piezas bibliográficas. "La seguridad básicamente es con los sistemas de protección contra incendios e inundación, que son los dos elementos que afectan directamente al papel y al patrimonio que nosotros albergamos", explicó.
La directora afirmó que además, cuentan con un comité de higiene y seguridad, un control de seguridad, un sistema de alarmas contra incendios, un monitoreo para todo el sistema eléctrico, pero que algunos fenómenos como los sismos son impredecibles. "Si tenemos un sismo de gran magnitud, es imposible poder prever que se pueda ocasionar alguna inundación o algún incendio, porque se generan rupturas de cañerías, cortocircuitos (...) las colecciones que son para nosotros de carácter patrimonial están en salas independientes, bajo un sistema de protección de humedad, de filtraciones y alejadas de los baños", detalló.
La directora consignó que cuentan con 3 vigilantes que se capacitan como bomberos y el mismo supervisor de seguridad que tiene el Museo de Historia Natural.
Guardia 24 horas
Desde el Baburizza, Rafael Torres, dijo: "El museo cuenta con sistemas de red seca, red húmeda, alarmas, monitoreo permanente, guardia 24 horas, pero las tragedias sobrepasan estas cosas".
El director añadió que la realidad museográfica "es una edificación antigua, adaptada para ser museo" y que por eso "hay un plan de eventual salvataje de obras más significativas". No obstante, el director admitió que "el fuego siempre es más rápido que las voluntades" y que lo primordial "es el control permanente de los equipos, de las temperaturas y la alarma inmediata sobre cualquier anomalía".