Nicolás Arancibia Bórquez

"El fanático llega al estadio envuelto en la bandera del club, la cara pintada con los colores de la adorada camiseta, erizando de objetos estridentes y contundentes, y ya por el camino viene armando mucho ruido y mucho lío. Nunca viene solo. Metido en la barra brava, peligroso ciempiés, el humillado se hace humillante y da miedo el miedoso. La omnipotencia del domingo conjura la vida obedientes del resto de la semana, la cama sin deseo, el empleo sin vocación o el ningún empleo: liberado por un día, el fanático tiene mucho que vengar".

Así es como el fallecido escritor uruguayo, Eduardo Galeano, describe al fanático en su laureado libro "El fútbol a sol y sombra", retrato que bien puede describir perfectamente el sentir que hoy se respira en las calles porteñas.

El wanderino, arraigado a Valparaíso, sabe que el equipo está viviendo un repunte importante en su lucha por volver al fútbol de honor de nuestro país, y en aquella disputa, tiene claro que no puede darle la espalda al viejo vagabundo de camiseta verde, que mañana a partir de las 16.00 horas, se enfrentará a Ñublense buscando su quinta victoria consecutiva y con ello acercarse al sexto lugar de la tabla de ubicaciones.

Desde el lunes, y aprovechando los precios de preventa reducidos que dispuso la Sociedad Anónima caturra, es que se ha hecho frecuente ver largas filas, que incluso superan el tamaño de la cuadra, alrededor de la sede wanderina ubicada en calle Independencia. Lo fanáticos, embriagados por su devoción al equipo, rápidamente agotaron la Galería Norte y apenas un par de días después hicieron lo propio con la tribuna Andes. Las cuentas eran claras: por la noche del día jueves, ya había cerca de 16.000 ubicaciones llenas por parte del club contando la hinchada visitante, abonados y cortesías que habitualmente se entregan para los partidos.

El viernes el clima no cambió, quedando apenas a disposición de los hinchas un puñado de boletos para Pacífico Norte y Galería Sur (que de manera extraordinaria también fue abierta para hinchas wanderinos de cara al duelo ante el equipo chillanejo), y si bien al cierre de esta edición, aún quedaban tickets por venderse, la proyección indica que el coloso de subida Carvallo tendrá copadas las 18.000 localidades dispuestas por la autoridad como aforo, sentando un precedente respecto a la capacidad de hinchas que pueden ingresar a los estadios de la región, y que en caso de tener un buen comportamiento por parte de la hinchada, podría incluso verse aumentado a futuro, más aún pensando que se viene el tramo final del torneo de Primera B.

Quieren repuntar

La irregularidad es un fantasma que no solo se ha encargado de penar en Valparaíso, sino también en gran parte de los equipos del fútbol de ascenso. Ñublense no es la excepción al caso, y de hecho, actualmente se encuentra más abajo que el Decano, con 27 puntos a su haber (dos menos que los verdes), y a cinco unidades de alcanzar a Deportes San Felipe, quien hasta ahora ocupa la última plaza para entrar a la liguilla de ascenso.

Como bien adelantó Miguel Ramírez en conferencia de prensa durante la semana, lo más seguro es que el cuadro dirigido por Germán Cavalieri salga a los pastos del Elías Figueroa a esperar al elenco verde, que al venir en racha y jugar de local, estará con la obligación de sumar de a tres para que el sueño del ascenso.

De cara al duelo ante la "Longaniza Mecánica", Miguel Ramírez no tendría pensando cambiar la fórmula que hasta el momento le ha resultado bien, y pese a que Matías Fernández ya se recuperó de la lesión que lo dejó al margen del compromiso ante Santiago Morning, el "Cheíto" repetiría la formación con la que venció justamente al "Chago".

De esta forma, los caturros formarían con Mauricio Viana en el arco: Kevin Valenzuela, Ezequiel Luna, Mario López y Bernardo cerezo en el bloque posterior; Francisco Alarcón, marco Medel y Luis "Larry" Valenzuela en mitad de cancha; dejando a Rafael Viotti, Enzo Gutiérrez y Reiner Castro en el ataque.