El inmutable vínculo de viñamarina con la familia de quien fue su donante
Bernardita Venegas fue trasplantada a los 7 años; hoy tiene 21. También mantiene una linda relación con los carabineros que la trasladaron hasta el Calvo Mackenna para someterse a la compleja intervención.
Un altar que ocupa un lugar destacado en su casa en el sector de la Villa Montes en Nueva Aurora es que el la familia de Bernardita Venegas Salvo decidió erigir en memoria de la mujer que hace 14 años le dio el regalo más preciado a esta viñamarina: sus riñones.
Y es que siendo una pequeña niñita, Bernardita comenzó a presentar sucesivas infecciones urinarias y un progresivo deterioro en su estado de salud, el que en un comienzo la obligó a someterse a agotadoras diálisis, pero que finalmente derivaron en la necesidad urgente de un trasplante.
"La Bernie se enfermó a los 5 años. A los 7 años, la única solución era un trasplante. En ese tiempo y dado que ella era tan pequeña fue derivada al Calvo Mackenna. Yo le había pedido apoyo a Carabineros porque no tenía cómo movilizarme en el caso que llegara el órgano. Ellos al tiro me dijeron que sí, que sólo avisara cuando el órgano llegara", recuerda emocionada, Fresia Salvo, madre de Bernardita.
Llegó el día
Y así fue. A raíz de una tragedia, una mujer perdió la vida luego que fuera atropellada en calle Echevers. Al producirse su muerte cerebral, se produjo la donación de órgano.
"Nos llamaron y no lo podíamos creer. Con mi marido estábamos muy nerviosos. Llamé a los carabineros de la Tenencia Nueva Aurora y nos vinieron a buscar. Hicieron una posta hasta el Calvo Mackenna", precisó Fresia.
Bernardita tiene hoy 21 años, terminó sus estudios como técnico en ventas y pese a las dificultades de salud, logró salir adelante con sus proyectos.
"Me acuerdo que no podía caminar bien, tenía mucho dolor abdominal y pasaba en el hospital. Hasta que un día amanecí en Santiago operada", relató la joven.
Bernardita recuerda que su madre incluso tuvo que aprender a dializarla en la casa. "Llegó el momento en que mi mamá me tenía que conectar a la máquina a las 9 de la noche y llamaron por teléfono preguntando si me había conectado a la máquina. Mi mamá le dice que no y le responden que no me conecte porque llegó el regalo de la Bernardita", recordó muy emocionada.
Donante
Como tenían que estar en dos horas en Santiago, la reacción de carabineros fue muy rápida. "Llegamos como en 4 autos hasta Santiago, incluso nos escoltaron hasta el Calvo Mackenna porque como era septiembre había mucho taco en todos lados", acotó.
Fue el año 2010 cuando la familia de Bernardita conoció la identidad de la donante: Berta González Ramírez. Desde entonces se estableció un vínculo imperecedero entre ambas familias. Tan fuerte es el lazo que como cada año por estas fechas, Bernardita y su familia viajan a Illapel para participar junto a la familia de Berta, de una misa en su recuerdo.
"Fue muy emocionante conocerlos porque gracias a ella yo estoy acá", afirmó la joven viñamarina.
Fuerte lazo con carabineros
Pero Bernardita y su familia no sólo mantienen un estrecho lazo con los familiares de su donante. También con los carabineros que participaron de su viaje hasta el Hospital Calvo Mackenna, vínculo que se mantiene hasta hoy. "No la han apadrinado formalmente, pero es como si lo hubiesen hecho. Ellos siempre están pendientes, preguntan por ella, la vienen a ver", precisó Fresia Salvo. Sus palabras de gratitud dice, son eternas: para los sargentos 1° Roberto Mera y Carlos Páez y para el carabinero Cristian Nuñez.