Juan Riquelme

Todo comenzó con la idea de crear un robot que acompañara al hijo que Virginia Dias tiene con el ingeniero Felipe Araya. Ella es educadora, y con esas competencias contribuyó en la creación de Sima, el primer robot social educativo chileno con inteligencia artificial de IBM y 8 grados de movimiento.

El robot -que se vende en algunas tiendas de retail- se puede dividir en dos grandes elementos. Un software base que es gratuito, y que se puede complementar con un pago único y una tierna estructura generada a través de impresoras 3D y que permite darle movilidad a Sima. La estructura y el software completo tiene un valor único de cerca de $99.000 en tienda del retail o en la web de Sima, www.simarobot.com.

"Creamos a SIMA, porque queríamos acercar el mundo de los robots a los niños, transformando sus celulares en robots sociales, educativos y accesible para todos los que tengan un teléfono inteligente con sistema android", dijo Virginia.

Sima robot opera a través de una aplicación instalable en cualquier teléfono inteligente Android, dispositivo que luego se 'coloca' dentro del cuerpo plástico y móvil de SIMA, permitiendo su funcionamiento e interacción social, pudiendo escuchar, moverse y -sobretodo- enseñar, brindando una experiencia lúdica única, que une el juego como el aprendizaje.

El cuerpo robótico, acompañado del programa, es capaz de recibir información a través de una plataforma digital, y es esta información la que interactúa con el niño. Por ejemplo, puede eventualmente practicar historia, cuestiones tan básicas como el limpiado de dientes, e incluso que aprendan idiomas. Sima se activa solo pasando la mano frente a la cámara.

Hoy es usado en colegios, por padres individuales, centros de atención de salud de neuropediatría, incluso como herramienta complementaria para niños diagnosticados con espectro autista.

Además, Sima opera con cualquier teléfono de gama media, teniendo solo como requerimiento tener 5 pulgadas, operar con sistema Android, y descargar la aplicación.