La competencia entre animales del mar y el hombre por los escasos recursos marinos, lleva a estos últimos a adoptar medidas que caen no solo en lo ilegal, sino en lo demencial. Es por eso que cada cierto tiempo aparecen lobos marinos agónicos en la costa exhibiendo múltiples perdigones en sus cabezas, esto debido a que muchos pescadores artesanales utilizan escopetas hechizas para atacarlos, debido a que los inocentes mamíferos, en busca de alimento, rompen las redes y roban los peces, transformándose en un problema que se salda con acciones brutales y criminales.

Hay que recordar que el lobo marino esta protegido por la ley de Pesca la que prohíbe su caza, la tenencia, posesión, transporte, desembarque, elaboración o cualquier proceso de transformación, así como su comercialización o almacenamiento, sea de ejemplares enteros o partes de éstos, provenientes de actividades extractivas.

Mientras las Capitanías de Puerto (dependientes de la Gobernación Marítima) y SERNAPESCA no cumplan su rol fiscalizador, los hombres de mar seguirán infringiendo la ley impunemente.

Gary Parra Sanhueza

En relación al artículo de prensa, publicado el día 09/10/18, página 7,en el cual se informa de la inquietud del Presidente de la Junta de vecinos Nº 73, del Cerro Alegre, por la no entrega oportuna de la cuenta de consumo de luz, por parte de la empresa distribuidora Chilquinta Energía S.A., debo señalar que esto no solo ocurre en el lugar indicado sino también en otros sectores de Valparaíso.

La excusa de la empresa, atribuyendo este hecho al cambio de contratista no corresponde, ya que es obligación de ésta dar cumplimiento a la entrega oportuna de esta información, que de no ocurrir, ocasiona los correspondientes recargos por pago fuera de plazo, constituyendo un ingreso mal habido de la empresa en cuestión.

Hago un llamado a los afectados para concurrir al SERNAC para que deje sin efecto los recargos por pago fuera de plazo y proceda intervenir y controlar esta irregularidad, cuyo trasfondo es obligar a las personas a contratar el servicio de boleta electrónica u obligar al consumidor a incurrir en un gasto adicional, para llegar hasta las oficinas de atención de clientes y solicitar un comprobante para realizar el pago, ahorrándose la empresa distribuidora los gastos del contratista y afectando especialmente a los adultos mayores, quienes no todos pueden acceder a Internet.

Manuel Ruz M.