Incertidumbre por futuro del terminal rodoviario de la Ciudad Jardín
Incertidumbre es lo que mejor define el ambiente al interior del terminal rodoviario de Viña del Mar luego que el pasado 28 de septiembre el municipio no recibiera ofertas de operadores interesados en operar por los próximos 16 años el recinto que alberga a cerca de 400 máquinas de pasajeros diarias y cuyo actual concesionario tiene un contrato que vence el próximo 15 de noviembre.
Incertidumbre pues tras la fallida licitación, hasta ahora se desconoce qué ocurrirá con la operación del terminal rodoviario.
"No sabemos nada, nadie nos ha informado nada, por lo que sabemos el administrador tampoco sabe. Estamos todos nerviosos porque no sabemos qué va a pasar con nosotros, si seguiremos trabajando después del 15, si habrá cambios, si se modificarán los contratos laborales, los contratos de arriendo, no sabemos nada, escuchamos sólo especulaciones", comentó un trabajador que pidió no ser identificado.
Entre los locatarios del terminal el ambiente es el mismo. "Llevamos más de una década aquí. Mi marido es el que sabe del arriendo, él me ha dicho que si le suben el arriendo nos vamos", comentó una mujer de uno de los locales comerciales que funcionan al interior del recinto.
Preocupación
Para el concejal independiente pro PS, Sandro Puebla, la sensación de incertidumbre se extiende también entre los concejales, asegurando que a pesar de las solicitudes de información, no existe ninguna claridad en torno al futuro del recinto municipal.
"Los concejales estamos preocupados porque después del fracaso de la licitación no se nos ha informado nada, la actual concesión vence el 15 de noviembre y no tenemos fecha de una próxima licitación, ni de si se va a prorrogar la actual o no", planteó Puebla.
El edil añadió que una de las mayores preocupaciones se relaciona con la llegada de la temporada alta, período de alto movimiento en el terminal Rodoviario.
"Somos varios los concejales que hemos preguntado, pero nos han respondido que el tema está en estudio. Quedan 20 días para que termine la concesión y nadie sabe nada, hay mucha improvisación y puede terminar afectándose un servicio que en una ciudad turística es fundamental", precisó.