Con estupor se lee diariamente en la prensa de eventos tales como "La Fiesta de la Cerveza", "La Noche del Pinot Noir" y diversos eventos de degustaciones de vinos y cervezas.

Conociendo la estadísticas de accidentes de tránsito, a causa del consumo de alcohol y el aumento del alcoholismo en la juventud, es de extrañar que las autoridades no propicien el control del consumo de las bebidas alcohólicas, considerando que esto es la puerta de entrada a las drogas y causa básica de riñas, violencia intrafamiliar, destrucción de la familia y deterioro de la salud.

Los alimentos están con sellos para advertir los riesgos de su consumo, al igual que las cajetillas de cigarrillos. Sin embargo los envases de bebidas alcohólicas carecen de toda advertencia sobre los riesgos de su consumo. Sería interesante saber cuáles son los intereses o interesados detrás de mantener esta permisividad.

Manuel Millán

Estimada Directora:

A través de estas líneas planteo mi postura como madre, educadora y apoderada de un colegio, sin un centro educativo, donde el pensamiento crítico , el arte y la conciencia de la importancia del otro se impregna desde que entras a formar parte de esta familia.

Mi desconcierto es enorme porque veo cómo los derechos de niños y niñas así como de los trabajadores y trabajadoras están siendo vulnerados de manera explícita, veo con tristeza y preocupación como la educación se transforma en un bien comercial, donde el futuro se ve amenazado por intereses capitalistas y los postulados bajo los que se fundó el colegio Winterhill han pasado a formar parte de un pasado romántico por decirlo menos.

Llamo a las autoridades competentes y a todos los que creen que la educación es el motor de cambio de la sociedad y la cultura a sumarse y buscar las herramientas para que este proyecto educativo continúe, llamo a establecer la transparencia de los directivos y evidenciar el real déficit financiero que dicen tener y es más llamo a todos quienes han formado parte de la comunidad Winterhill a generar acciones en contra del cierre de este emblemático colegio que dio espacio a la diferencia y que desde hace 43 años está haciendo inclusión e integración sin hacer alarde de sus logros , luchando en conciencia por lo que se considera un derecho como es educar

Marisol Lillo Rodríguez