Manuel Gómez Poblete

En cualquier otra circunstancia, igualar como visitante ante la Unión Española en Santa Laura, no habría sido un mal resultado. No obstante, para Everton fue un duro golpe... más si se considera que hasta los 88' de juego, los dirigidos por Javier Torrente ganaban el partido y lo hacían jugando bien, con méritos propios.

Sin embargo, una falta innecesaria en la zona media o un descuido en la marca en el segundo palo (lo que facilitó el cabezazo postrero de Jorge Ampuero en el 2-2 de los hispanos), vino a arruinar todo el buen trabajo que realizaron los viñamarinos, los cuales, ya disfrutaban de tres puntos que le habrían entregado una importante dosis de tranquilidad de cara a las dos fechas finales de la competencia.

Y quizás por ello, el entendible pesar de los hinchas viñamarinos, los cuales, llegaron en un muy buen número al recinto de Plaza Chacabuco.

Los tantos de Marco Bueno (impecable testazo a los 9', tras centro medido de Rubio) y de Camilo Rodríguez (25'), que encaró por el centro, siendo habilitado por Bueno y luego Madrid, para definir de sombrerito (golazo), ponían justicia a un primer tiempo en donde Everton hizo todo bien... salvo por la tontera -una vez más- de Patricio Rubio, quien le pisó el empeine a Galdames, ganándose una cartulina amarilla que le impedirá estar en el partido clave ante Palestino en Sausalito.

Y si bien, la Unión Española adelantó sus líneas en la etapa de complemento, fue Everton que -tras el descuento de Dávila a los 62'- bien pudo estirar las cifras, pero tanto Madrid (con un cabezazo al segundo palo) como Rubio (que azotó el poste derecho de Sánchez), se lo perdieron. Y tras ello... el empate hispano y un Everton que perdió puntos claves y que lo obligan a no fallar ante Palestino o San Luis, porque de lo contrario... el castigo será muy severo.

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