Promover la Ley Nacional del Cáncer, que actualmente "duerme" en el Congreso, es el objetivo de un grupo de porteñas que organizó una jornada familiar para este domingo en la Plaza Sotomayor a partir del 10.30 horas. Se trata de una iniciativa a nivel nacional y que acá contará con una feria de vida sana, clases de zumba y música en vivo.

Mónica Toro es una de las organizadoras del evento y quien explicó que "esta ley lleva por lo menos cinco años 'durmiendo' en el Congreso. El Presidente Sebastián Piñera quedó de tomar esta propuesta y gestionarla en el Congreso, pero no ha pasado nada", destacó Mónica Toro.

En general, la ley establece que todos los tipos de cáncer, sin distinción alguna, tengan tratamiento de manera gratuita, tanto en el sistema público como privado, lo que se podría incorporar a través del Auge o de la Ley Ricarte Soto. "Que no tengas recursos económicos no signifique que no recibas tratamiento, incluyendo los medicamentos de alto costo", destacó Mónica Toro, quien actualmente lucha contra un segundo cáncer de mama y ha debido vivir en carne propia las dificultades en el sistema público de salud. La ley establece además la instalación de centros oncológicos regionales con equipamiento y médicos de acuerdo a lo que se necesita.

Parlamentarios

Entre los parlamentarios que se comprometieron con la iniciativa están los senadores Ricardo Lagos Weber y Francisco Chahuán. El primero señaló que "no existe un registro en la región que dé cuenta de una cifra estadística para establecer un marco regulatorio. Por eso, junto a otros parlamentarios y diversas organizaciones que están empujando esto, creemos que es importante que el Presidente Piñera cumpla con su palabra y envíe al Congreso un proyecto de ley que permita crear una regulación en este tema".

Por su parte, Chahuán destacó que "el 2020 el cáncer va a ser la primera causa de muerte del país y ya es la primera causa de muerte de mujeres en seis regiones por eso es tan importante acompañar la política nacional del cáncer con una ley. El presidente se ha comprometido a acoger la propuesta que hemos presentado junto a la senadora Carolina Goic".

Claudia Carvajal R.

Tras la crisis del Servicio Nacional de Menores (Sename) mucho se ha hablado públicamente sobre la situación de los niños vulnerados e incluso se ha satanizado el quehacer de dicho organismo. Pero hay otros servicios públicos que son fundamentales a la hora de acoger a las víctimas y que de acuerdo al análisis del académico de la PUCV, Edgardo Toro, actualmente están en deuda.

Según este especialista, quien se doctoró en la Universidad de Edimburgo en Escocia y recientemente fue nombrado como editor asociado de la Child Abuse Review de Reino Unido, "la violencia contra los niños es un tema país" que está por sobre otros problemas como el desempleo, la obesidad o las enfermedades de salud mental.

"Según datos de Unicef el 70 por ciento de los niños en nuestro país sufre algún tipo de violencia y eso está por sobre cualquier otro problema social", destacó.

Y dentro de los distintos tipos de violencia, el abuso y explotación sexual es uno de los que está más invisibilizado. "La dificultad es que uno siempre lo reconoce cuando aparece en los sistemas: judicializado, en educación o en los programas especializados. Una parte del fenómeno del abuso es silenciarlo y esconderlo".

Faltan datos

Si bien actualmente en nuestro país hay una mayor conciencia y se ha entendido que la violencia no es forma de relacionarse con los niños, los datos estadísticos son reveladores. Toro menciona las cifras de abuso sexual que entrega anualmente el Ministerio Público. "Las denuncias van entre 18 mil a 22 mil y de ellas el 85 por ciento corresponde a menores de edad y de esos sólo el diez por ciento llega a juicio por la imposibilidad de acceder a las pruebas", destacó.

Otros números surgen a partir de los programas de reparación que se ejecutan en todo el país y que trabajan con víctimas de abuso. Edgardo Toro explica que "tienen una cobertura pre establecida, son números fijos. Lo que suele pasar es que cuando se abre un programa nuevo en alguna zona del país con 70 u 80 cupos, se llenan rápidamente y queda una lista de espera con el doble".

Región

¿Pero qué pasa a nivel regional? Datos estadísticos hay pocos y desactualizados. Al respecto, el profesor advirtió que "el 2005 se hizo un diagnóstico regional de la situación de maltrato y abuso en la Región de Valparaíso entre el Sename, la UCV y Paicabí. Eso fue hace 12 años atrás; tenemos mucha falta de información de buena calidad para establecer cuál es la magnitud del problema".

A lo anterior se suma que en el caso del abuso y explotación sexual infantil la realidad es una incógnita. "Siempre se habla de una cifra desconocida, pero hay dos tendencias. Los optimistas, quienes dicen que detrás de cada caso que se conoce hay otros cinco, y los pesimistas que dicen que detrás de cada caso que se conoce, hay diez. Eso como una estimación estadística de lo que podría ser".

En cuanto a la reparación, que es donde la mayoría de las veces interviene Sename, Edgardo Toro es claro y manifiesta que muchas veces los programas no dan el resultado esperado porque a la hora de trabajar con otras instituciones la red falla.

"Hay un problema de respuesta en cuanto a la cobertura. Cómo reacciona el resto de la sociedad si en el fondo a un niño con explotación sexual lo quiero revincular a la escuela, pero la escuela lo expulsa, o necesito un cupo rápido en salud mental o por consumo de drogas y eso no está, ese programa fracasó y no fue capaz de integrar a niños que están en situaciones tan difíciles".

Toro hizo hincapié en que los informes sobre la realidad del Sename están ahí y son claros, hay vulneración de derechos en las residencias, hay falta de recursos, pero el Sename no genera sus recursos lo hace Hacienda y es una decisión política invertir efectivamente. Y cómo estos programas tan especializados se vinculan con la red más local, municipios, consultorios, las escuelas".