Kioscos porteños estrenaron nuevas y coloridas fachadas
Gracias al esfuerzo del Sindicato Independiente de Suplementeros de Valparaíso y el trabajo de jóvenes artistas locales, hoy la ciudad tiene un rostro más bonito.
Si es observador ya habrá notado que algunos kioscos que se ubican entre plaza Echaurren y plaza Aníbal Pinto dejaron atrás el color gris para lucir nuevas y pintorescas fachadas.
Troles, ascensores, los cerros y sus casas, perritos callejeros, el vendedor de diarios, flores, y un hermoso picaflor son algunos de los motivos porteños que un grupo de jóvenes artistas está plasmando en las cuatro caras de los kioscos pertenecientes a los socios del Sindicato Independiente de Suplementeros de Valparaíso.
Esfuerzo del sindicato
Hace dos años la presidenta del sindicato, Rosa Vivar, fue pionera en pintar su kiosco que se ubica frente a la Universidad de Playa Ancha, idea que fue replicada por otros kiosqueros del sector.
Fue así que Rosa propuso a los suplementeros y socios del sindicato que preside, pintar con murales los kioscos del sector plan de la Ciudad Puerto, y así mitigar los constantes gastos en que deben incurrir para pintar y repintar sus lugares de trabajo que constantemente son rayados por desconocidos.
"Nosotros tenemos que estar sacando plata de nuestros bolsillos para hermosear nuestros kioscos, que por lo demás son nuestra fuente de trabajo y constantemente son maltratados y rayados por personas malacatosas. Entonces se ven sucios, y esa es la carta de presentación que tenemos quienes aún ejercemos el oficio de suplementeros para nuestros clientes y los turistas que visitan la ciudad", lamenta Rosa.
Para revertir esta situación la directiva del Sindicato Independiente de Suplementeros buscó recursos para que así la iniciativa tuviera el menor costo posible para los dueños de los kioscos.
"Hace como dos semana estamos trabajando con jóvenes universitarios que son muralistas, ellos trabajan de forma personal con los dueños de los kioscos, pero nosotros los suplementeros llegamos al acuerdo de no hacer ningún motivo político, de fútbol, ni de religión", agrega Vivar.
Del puerto a la pinto
En base a eso comenzaron a intervenir el kiosco del Barrio Puerto, específicamente el de doña Anita Pérez, quien dijo que era una excelente iniciativa del sindicato.
Cabe destacar que Anita viene de una familia de suplementeros porteños, y cuenta que nunca antes su kiosco había estado tan bonito.
"Es como si el kiosco tuviera otra vida. Nosotras con mi hija escogimos un mural que tuviera al suplementero vendiendo el diario, el trole, los ascensores y un perrito. El mural está siendo pintado por una niña muy talentosa que aún viene a hacer algunos retoques porque no le ha sido fácil trabajar aquí donde pasan los autos", dice la suplementera.
Caminando por Serrano llegamos hasta el kiosco de Margarita Madariaga, quien sale de su lugar de trabajo -detrás de la pequeña ventanilla- para mostrarnos las flores lilas y el colorido picaflor que hermosearon su fuente laboral.
"Yo opté por no seguir pintando el kiosco por el hecho de que lo rayaban de inmediato, entonces era mejor no pintar. Y ahora que salió esta iniciativa ha sido muy bueno, además que el niño que viene a pintar mi kiosco lo hace súper bien; ahí hizo unas flores preciosas, pero todavía está en proceso. Yo le dije 'hágame flores y un pajarito', y lo está dejando lindo", asegura Margarita.
"ojalá los cuiden"
Avanzamos hacia el sector de plaza Aníbal Pinto y llegamos hasta el kiosco de doña Elba Valenzuela y su esposo Rivaldo Nanjarí, ahí un cantautor sujeta su guitarra acústica entre cerros y gaviotas.
"Nosotros pintábamos dos veces al mes el kiosco, y sale caro. Antes teníamos un color medio sombrío, y ahora la gente nos dice que se ve bonito, así que solo queda esperar que los cuiden y así se puedan mantener el mayor tiempo posible", opina Elba, quien lleva más de 60 años trabajando en su kiosco.
Las suplementeras hacen un llamado a los porteños para que les ayuden a cuidar y mantener los murales que adornan sus kioscos.
"Esperamos tener los recursos para que de aquí a fin de año tengamos unos diez kioscos con sus murales. Mientras hacemos el llamado a que nos respeten como gremio y el espacio que tenemos en la vía pública", concluye la presidenta de los suplementeros, Rosa Vivar.