Priscilla Barrera Ll.
Hasta el Concejo Municipal de Viña del Mar llegaron la semana pasada representantes de los 44 artesanos que por casi tres décadas ofrecen sus productos en precarios módulos instalados a lo largo del paseo peatonal frente a la playa El Sol, a metros del Muelle Vergara.
La urgencia de los artesanos venía dada por una serie de presiones que denunciaron, habían recibido de parte de funcionarios del municipio que habrían condicionado la entrega de permisos o la conservación de éstos al traslado a las nuevas instalaciones que, hasta ahora, no están concluidas.
La recepción de los ediles, para tranquilidad de los artesanos, fue positiva. El tema será analizado esta tarde en sesión de comisiones.
Paralelamente, la alcaldesa Virginia Reginato, anunció que las obras para habilitar la Plaza de Artesanos, se retoman a partir de esta semana, con el objetivo de que estén concluidas para ser entregadas en uso el 18 de diciembre.
"Este verano, los artesanos contarán con módulos habilitados especialmente para ellos, en el área que está considerada para el emplazamiento definitivo de la Plaza de los Artesanos, como uno de los atributos principales del nuevo Parque San Martín. Por eso haremos primero una marcha blanca que nos permita apreciar el impacto que significará despejar el borde costero y recuperar las vistas para viñamarinos y visitantes", afirmó la jefa comunal.
La alcaldesa reconoció que en este proyecto se ha trabajado durante mucho tiempo y que ha debido sortear varias dificultades, pero que ahora da un paso significativo en el mejoramiento integral del área, lo que se enmarca en el Plan de Ordenamiento Comunal.
En este sentido, Virginia Reginato planteó que el objetivo de esta iniciativa no sólo es brindar un mejor espacio para la actividad de los artesanos sino también recuperar los espacios públicos y las vistas del borde costero junto con convertir la actividad artesanal en un polo de atracción turística.
Plaza de artesanos
El proyecto diseñado por el municipio apunta, por un lado, a despejar las veredas y los espacios públicos que están ocupados por los actuales módulos, y, por otro, generar un polo de atracción turística con puestos acordes al entorno.
Esta primera etapa incluye nuevos módulos con materiales pensados para la costa, emplazados sobre pavimentos de gran calidad, iluminación para toda el área, paisajismo y servicio de guardias las 24 horas.
Los módulos en esta marcha blanca tendrán una cubierta de PVC impermeable y control de rayos UV, separador de ambientes, piso de placa terciada y un mesón de atención con puertas y divisiones interiores, según explicó el director de Construcción e Infraestructura Urbana del municipio, Ricardo Muñoz.
"Esta es una etapa primaria y esencial para ver la funcionalidad del proyecto definitivo, que gradualmente irá incorporando mejoras para lograr las condiciones óptimas en el lugar, de acuerdo a lo observado por los propios locatarios", precisó Muñoz.