Fabián San Martín D.
Apesadumbrados están las funcionarias, padres y apoderados de un jardín infantil de cerro Los Placeres, que han sido visitados de forma frecuente por los delincuentes.
El plantel afectado es el jardín infantil y sala cuna "Chico Mark", dependiente de la Corporación Municipal (Cormuval) que se ubica en la calle Esmeralda, y que atiende a 52 menores de entre 6 meses y 4 años. Natalia Hidalgo es la directora del recinto en que trabajan 11 personas. Señala que en los últimos cuatro años se han visto perjudicados por diferentes delitos. Solo en 2017 tuvieron ocho robos. Este año la situación no mejoró, y especialmente la última semana en que sufrieron cuatro visitas de los amigos de lo ajeno.
Como el jardín está en un sector solitario, con deficiente iluminación artificial y deslinda con sitios eriazos, los ladrones escalan fácilmente los muros perimetrales y fuerzan protecciones metálicas de las ventanas y puertas con objetos contundentes. En tres delitos de los últimos siete días escogieron la cocina, donde se apropiaron de productos cárneos, lácteos (leche, quesos), jamones, entre otros productos congelados y no perecibles que entrega una concesionaria. Ello permite a los menores de familias en riesgo social recibir de forma gratuita su desayuno, almuerzo y once. "En robos anteriores pudimos gestionar para no suspender actividades, pero este lunes no dejaron nada de alimentación, así que tuvimos que decirles a los papas que los llevaran de regreso a sus casas, y a otros por teléfono les avisamos que no los trajeran", dijo la educadora.
Ayer por la mañana quedó al descubierto el ultimo ilícito. Esta vez no fue la cocina sino que la bodega de materiales de aseo a la que entraron mediante un forado en la pared de tabiquería. Sacaron elementos de limpieza al por mayor. Además de ocasionar destrozos, se llevaron bolsas de géneros con las sábanas de los pequeños, así como algunos juguetes, materiales didácticos y efectos personales de las trabajadoras. Afuera del jardín quedaron diseminadas algunas especies. Esta seguidilla de delitos generó el enojo de los padres y apoderados que han reclamado en redes sociales y en la propia Cormuval. Las empleadas pusieron carteles de protesta en el frontis y muros para expresar su desazón. Hay cámaras de seguridad pero no son nítidas al captar las intrusiones. Carabineros acogió las denuncias que se fueron a la Fiscalía, pero no hay signos de que puedan recuperar algo de las millonarias pérdidas. La directora Natalia Hidalgo no tiene datos certeros respecto del o los implicados en los ilícitos, pero junto con la comunidad escolar sólo pide que los dejen tranquilos, ya que le hacen un daño enorme a los niños. Por ahora gestionan con la Cormuval nuevas medidas de seguridad, como un nochero o el reforzamiento de las dependencias.