La lamentable respuesta de los concejales Carlos Williams y Sandro Puebla, me obliga a contestar abusando de la paciencia de los lectores y del diario La Estrella que gentilmente cede sus espacios para la opinión de los ciudadanos. Cabe hacer presente que habla mal de dos autoridades, que tuerzan la verdad, haciéndome aparecer como un operador político de la Sra. Reginato y como si fuera su simple recadero. Le informo que he trabajado en el Municipio de Viña del Mar, por largos años bajo las alcaldías del señor Trejo (QEPD), Jorge Santibáñez, el doctor Jorge Kaplán (QEPD), y don Rodrigo González y actualmente con la Sra. Reginato. Como puede verse bajo cinco alcaldes de distinto signo ideológico, lo que da cuenta que no estoy por razones políticas contratado en el municipio. Yendo al fondo de la polémica, si es por transparentar, esta denuncia hecha por la prensa, sólo tiene un fin electoral, ya que ambos concejales tienen pretensiones a la Alcaldía. Prueba de ello, es que su fiscalización la hacen para la foto, a través de los medios de prensa, pero no recurren ni a Contraloría ni a los Tribunales de Justicia, como sería una fiscalización seria, pasando a ser solo show político. Tampoco ejercen sus facultades legales de fiscalización que reconoce la ley de municipalidades. Nuestro movimiento, ha criticado públicamente a diversas autoridades, incluso los alcaldes antes mencionados, como una forma de control o fiscalización ciudadana, que busca proteger los derechos de los viñamarinos, y que muchas veces es mas efectiva que la propia fiscalización hecha o que dicen que hacen, los concejales. Prueba de ello, es que según Contraloría faltarían 19 mil millones de pesos del presupuesto municipal, y los concejales en siete años, no se percataron que aprobaron presupuestos deficitarios, lo que la ley prohibe, y los concejales Williams y Puebla, aprobaron el presupuesto del año 2018, con un déficit reconocido por el Municipio de 13.500 millones de pesos, y según Contraloría sería la suma mayor antes indicada. Esperamos antes que respuestas que tuercen la verdad, es que pongan en movimiento las herramientas de fiscalización que la ley les concede y que expliquen por qué votaron un presupuesto deficitario que la ley de municipalidades se lo impide, y que es causal de notable abandono de deberes, y por ende, de destitución del cargo. ¿Y quieren ser Alcaldes de Viña…?

Pedro Araya Serrano