Elvira Hernández y la experiencia del lenguaje
La poetisa culminó el 2018 con la adjudicación del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, el cual solo cuatro mujeres lo habían ganado anteriormente.
Catalina Blanco Gómez - La Estrella de Valparaíso
Su nombre real es Rosa María Teresa Adriasola, pero se hace llamar Elvira Hernández, tiene 67 años y los más jóvenes la identifican como la mejor poetisa chilena del momento.
Su historia pasada es dura. Fue torturada por casualidad en 1973 tras ser confundida con otra persona, pero nunca se ha referido en su prosa o en alguna entrevista a esa oscura etapa de su vida.
Elvira estuvo en Valparaíso en el marco de Maraña, un Festival de Poesía Joven, donde cumplió el rol de moderadora en una mesa de discusión donde se habló de los tipos de poesías presentes en Chile.
Sobre el encuentro que reunió a poetas sub 30, dijo tener mucho interés de escuchar sus obras, además de su especial interés en la presentación de las poetisas.
Respecto de sus referentes, tiene un especial análisis sobre la prosa de Gabriela Mistral. "Su poesía es dencia y un alimento permanente", dice.
Prefiere la poesía en español y considera que la poesía peruana "es muy poderosa", según sus propias palabras.
La Estrella tuvo la oportunidad de conversar con ella sobre su mirada a la Poesía Joven y al Chile de hoy.
Los organizadores nos contaban que tu decidiste asistir de pura buena fe ¿Qué te motivó a participar del encuentro?
- Ocurre que la poesía es quizás uno de los haberes culturales que tiene el país, que tiene tradición y una irradiación que nos es fácil eludir. Vienen nuevas generaciones que están haciendo un trabajo que tampoco se puede eludir. Ellos van a decantar miradas y posturas que hay que ver lo más de cerca posible.
¿Cuál es tu mirada de la Poesía Joven?
- Están haciendo lo que hace todo poeta a esa edad, tienen un trabajo que no es algo a ciegas, sino que son caminos trazados. Están estableciendo una mirada crítica de la poesía anterior y tomándole el peso. Aquilatando lo que habrá que quilatar.
Al parecer son estas nuevas generaciones las que más se han aventurado en tu prosa ¿Cómo ves eso?
- Estamos escribiendo en un tiempo común, pero procesando distintos tiempos. Es algo muy simbólico dentro del ser humano. Comparto con ellos un tiempo común, pero nos desplazamos en distintos espacios.
En una entrevista dijiste que en tu poesía se exhibían la economía del lenguaje como una marca de lo que fue la dictadura ¿Qué significa esto?
- Cuando hay una dictadura la afectación mayor la viven los cuerpos de las personas, y eso incluye lo que es el lenguaje, fue una época en que nos sumimos en el silencio durante mucho tiempo, y eso es tremendamente doloroso. Cuando uno se tiene que tragar las palabras.
La crítica literaria te encasilla en la corriente poética de la neovanguardia ¿Qué piensas de eso?
- Eso he intentado aclaralo, yo hice un camino en mi época, buscaba afirmar lo que escribía, hice un camino inverso al que hace un vanguardista, quien corta una tradición. Yo siempre he sentido que la tradición poética chilena es muy poderosa, en el momento en que viene el Golpe y se quiere sepultar todo, yo busqué unirme a esa tradición que siempre ha dicho mucho sobre el país.
El año pasado ganaste el Premio Iberoamericano Pablo Neruda por el texto "La Bandera de Chile" en 1991 ¿Qué tanto ha cambiado ese Chile al de ahora?
- Ha habido cambios, pero son cambios que han propiciado la continuidad. Es como ese dicho del gato pardo, que las cosas tienen que cambiar de tal manera de que todo siga igual. Los lectores de "La Bandera de Chile" hacen comentarios que a mí me sorprenden, y me da la impresión de que yo lo hubiese escrito hace cinco años.
Actualmente hay una propuesta de la utilización de un lenguaje inclusivo, ¿Cómo ves esta desarticulación del lenguaje en cuanto al género?
- Yo creo que la experiencia femenina en cuanto al lenguaje es algo que está abierto en estos momentos. Lo que no puede ocurrir es que se quiera marcar el lenguaje de antemano. Yo creo que las mujeres vamos a tener muchas posibilidades de poner nuestros deseos y sentimientos en la lengua, pero eso es algo que ocurre de manera menos pensante y más inconsciente. Es la lengua la que en el fondo nos va a llamar.
Próximamente Elvira Hernández lanzará "Excavaciones", que será publicado por la Universidad de la Frontera en el marco del Premio Nacional de Poesía Jorge Tellier.