Claudio Morales Salinas - La Estrella de Valparaíso

Tres atacantes con características de "9" fue la apuesta wanderina para vulnerar a la defensa de Deportes Temuco, una determinación de Miguel Ramírez que pocos entendieron, sobre todo en el primer tiempo, cuando Gustavo Lanaro, Lionel Altamirano y Enzo Gutiérrez (algo más retrasado), invitaban al pelotazo que encontraba, por lo general, buena respuesta de la defensa sureña.

El rival, con buenos nombres en su plantilla, se movía mejor en la cancha, con una propuesta ofensiva más elaborada, pero sucumbió en definitiva el cuadro de un hiperventilado DT Hugo Vilches, porque primero, perdió a Alfredo Ábalos por lesión durante el primer tiempo, y segundo, porque el colombiano Rodín Quiñones entró en el complemento y duró pocos minutos antes de ser expulsado.

Circunstancias que facilitaron la tarea de Wanderers, aunque el factor que desequilibró la balanza fue el tanto de Germán Lanaro, que acabó con la sequía goleadora porteña de las dos primeras fechas... y que se generó con una jugada que el propio delantero argentino inició, aguantando un balón de espaldas al arco y apoyándose, para después terminar definiendo frente al arco de José Luis Gamonal tras el buen centro de Adrián Cuadra.

Como en el poker

Uno de los que más necesitaba del triunfo, era el técnico Miguel Ramírez, quien conocedor de las fortalezas del rival, y tomando en cuenta los vínculos entre su cuerpo técnico y el de Temuco, buscó aplicar una forma de juego que los sorprendiera.

"Fue un partido de mucha estrategia. Coincidimos con Temuco en el hotel de concentración, y nos conocemos hace mucho tiempo con su técnico, que trabajó con mi ayudante Cristián Reynero. Entonces, para este partido era como un juego de póker, tuvimos que "blufear" para tratar de sorprender. Por eso cambiamos el sistema, con dos hombres de área y Gutiérrez un poco más atrás", explicó Ramírez.

Para el DT caturro, la peligrosidad por las puntas de Ábalos y de un viejo conocido como Reiner Castro, lo llevó a dar a sus defensores instrucciones precisas. "Cuando nos atacaban con uno de ellos por fuera, el lateral y el central nuestro debían ir a la marca para provocar el dos contra uno".

Se planeó y se hizo

De esta manera, Wanderers desechó esta vez las bandas para atacar, al menos la mayor parte del tiempo, ya que según su entrenador, "queríamos que nuestros dos puntas recibieran para que aguantarán, porque saben hacerlo bien, y tocaran hacia atrás, ¿por qué?, porque así, tanto Enzo como los demás volantes como Cuadra, Medel y Alarcón, tenían la posibilidad de recibir de frente".

Y vaya que el plan resultó, aunque en el primer tiempo no quedó mucho esa sensación entre el público.

Pero la jugada del gol de Lanaro fue justo con el manual que Ramírez había preparado. Por eso el DT del Decano quedó "muy contento con el resultado, que siempre es lo más importante, pero también con la forma de juego que ideamos y que los jugadores aplicaron muy bien".

Claro que el triunfo no salió gratis. El goleador de la jornada salió lesionado y la preocupación cundió. Miguel Ramírez comentó que "recibió un golpe bien fuerte en su canilla y quedó bien complicado, con mucho dolor. Pero pasó por la intensidad con que se están jugando los partidos, y eso es porque los árbitros están dejando jugar, y yo aplaudo esta medida".