Erika Rojas Salazar

Con una escala de 1 a 5, que categorizó los daños leves y graves de las fachadas de inmuebles del plan de Valparaíso, el profesor Uriel Padilla, director de la Escuela de Construcción Civil de la Universidad de Valparaíso, realizó un catastro situacional tras el terremoto del 2010. El estudio lo hizo de manera voluntaria y familiar -lo acompañó su hijo- y tras 9 años desde el 8,8 su catastro no pierde vigencia y hasta se han incorporado más edificios ubicados a pie de cerro.

Los riesgos manifestados por el estudio se centran principalmente en la visualización de grietas que van desde una abertura de 0,1 milímetros hasta 2,5 centímetros con vigas descubiertas, paredes con pérdida de material, que requiere apuntalamiento, ventanas rotas y finalmente peligro de inestabilidad.

Si bien en el informe aparecen 103 inmuebles con riesgos, un 20% de ellos han sido demolidos o remodelados, quedando el resto con alerta de peligro especialmente para transeúntes.

"Yo le advierto a mi familia cuales son los mayores peligros en el plan de Valparaíso y así podemos evitar que nos caigan cornisas en la cabeza y ocurran accidentes que hemos visto con consecuencias mortales", explicó el docente de la U. de Valpo.

51% con fisuras

Para el facultativo de la Escuela de Construcción Civil de la universidad porteña, no es tan seguro caminar por el plan de Valparaíso. Tras su análisis del 27-F y su categorización en el informe, se desprende que la concentración de deterioros se encuentra en la categoría 3, representando el 51% donde las fisuras y grietas requieren cierto grado de apertura y deben ser tratadas por un personal calificado (albañil).

Del punto de vista del estudio, los inmuebles en esta categoría, son edificaciones que sí representan un riesgo de caída de elementos ornamentales a las aceras, deterioro progresivo y agudización de éstos si no se presta la debida atención a sus mejoras.

Luego la predominancia porcentual de riesgos la constituye la calificación cuatro, con un 19% de incidencia del total de las propiedades del universo del catastro, siendo una situación donde están acentuados los deterioros de las fachadas de las edificaciones y por ende con una implicancia de mayor riesgo de caídas.

De la categoría de datos identificada como dos, la incidencia corresponde también a un 19% y ahí-- las grietas no son necesariamente visibles en el exterior.

Finalmente del universo total solamente nueve inmuebles se encuentran categorizados con el máximo asignado (Categoría de daños 5), es decir un 9%. Dichos inmuebles tienen una alta probabilidad de un colapso de desplome. Se trata de las propiedades ubicadas en calle Santiago Severin, San Martín, Serrano y Uruguay. La esquina de Pedro Montt con Francia ya se transformó en un polo comercial, pero hace 9 años era de alto riesgo para los transeúntes.

OTRo CaTAsTRO

En el munipio porteño conocieron en la pasada administración sobre este informe de fachadas, sin embargo ahora se trabaja en el Plan Maestro de Incendios. Allí laboran el Secpla municipal, la Unidad de Emergencias, encabezada por Ezio Pasadore, y la Universidad de Valparaíso. Es por esto que a los 103 inmuebles identificados por Padilla y su equipo, se agregan 10 edificaciones ubicadas a pie de cerro y donde también se incluyó el Teatro Municipal, de calle Uruguay, que poseía cormisas con riesgo de desprendimiento y fueron sacadas por bomberos.

"Como municipio tenemos 10 inmuebles catastrados con problemas estructurales mayores. Es urgente intervenir en ellos, pero nuestro presupuesto es acotado y las prioridades de demolición van cambiando de acuerdo a la contingencia (...) Hay dos propiedades en calle Yungay, una en calle 18, dos en Ferrari, otra en Clave, por nombrar algunas. Es que ante la pasividad de los dueños la municipalidad deberá intervenir", señaló Pasadore, quien concluyó que seguirán trabajando en nuevos catastros por mitigar el riesgo de accidentes.

10 nuevos inmuebles, al margen del estudio de Uriel Padilla, desea demoler el municipio.