Erika Rojas Salazar
Con la esperanza de que Gabriel Galindo Puebla (22) aparezca prontamente, está la familia del estudiante viñamarino que la noche del 19 de marzo desapareció en Osorno. El caso, que ha trascendido a nivel nacional, pues sus pertenencias fueron halladas intactas en la desembocadura del río Damas, ha sido comparado con el de Jorge Matute; sin embargo, su círculo cercano apela a agotar todos los medios para encontrarlo y no repetir el triste desenlace del estudiante penquista.
Valeria Bravo (20), su polola hace un año, conoce a Gabriel desde hace cuatro, cuando ambos estudiaron en el Colegio Claudio Matte de Santa Julia. Es por ello que no le calza que Gabriel esté por ahí sin avisar y presiente que algo negativo le ocurrió. "Cuando no respondía los mensajes, de inmediato pensé que algo le había pasado. Gabriel me avisaría si estuviera por ahí", confiesa Valeria, quien vive en Valdivia, pero es originaria de Viña del Mar, al igual que Gabriel.
Encontraron mochila
El estudiante de técnico en Enfermería con mención en Geriatría es mechón en el Aiep de Osorno, comuna sureña a la que llegó para estar más cerca de Valeria. No se sabe de él desde la noche del martes 19 de marzo, fecha en que asistió con un conocido a un local nocturno de calle Ramírez, en Osorno.
Tras la denuncia por presunta desgracia, el lunes pasado la Brigada de Homicidios de la PDI osornina encontró la mochila de Gabriel en la desembocadura del río Damas, junto a su cédula de identidad.
Sus padres, Joaquín y Loreto, viajaron al sur y reconocieron sus pertenencias, las cuales se encontraban sin rastros de humedad.
"Estaba su mochila con su documentación y su celular y a unos metros su gorro. Nos llama la atención que todo estaba seco. No sé qué pensar, recibir esa noticia generó una descompensación en la mamá de Gabriel", declaró el suboficial de la Armada Joaquín Galindo, padre del desaparecido, al diario El Austral de Osorno.
La PDI realizó además un sobrevuelo con un dron para verificar desde el aire si en las inmediaciones donde se encontraron las especies podía divisarse al joven, lo que no se advirtió.
"Yo de Osorno no me voy sin encontrar a mi hijo. Quiero saber la verdad de lo que pasó. Hay una persona que estuvo con él quien ha dicho algunas versiones, todo es confuso", prosiguió el padre de Gabriel, único hijo de la pareja viñamarina.
Durante la tarde de ayer la Fiscalía de Osorno confirmó que se llevó a cabo un registro en una vivienda del sector de Rahue Bajo, en la comuna de Osorno, donde reside el joven que acompañaba a Gabriel cuando se reportó su desaparición.
Los funcionarios habrían accedido al domicilio con autorización de los dueños de casa, con el propósito de esclarecer lo ocurrido con Galindo. La revisión del inmueble se realizó sin impedimentos.
Su polola
Valeria Bravo, quien había permanecido en Valdivia, donde estuvo junto a Gabriel el fin de semana del 16 y 17 de marzo, viajó ayer a Osorno para sumarse a su búsqueda. "Siento que le pasó algo, espero que sean sólo tincadas mías. Pero algo me dice que no está bien. El día siguiente al que desapareció me pasaron cosas muy extrañas (...) aparte de pensar en él todo el tiempo, lloraba mucho de solo recordarlo", confesó la estudiante de Diseño de la Universidad Austral de Chile.
La historia de amor de Gabriel y Valeria es bastante particular. Se conocieron cuando ambos eran escolares en el colegio Claudio Matte de Santa Julia en Viña del Mar el 2015. No eran compañeros de curso, pero existió una atracción muy especial, la que luego se convirtió en romance el año pasado.
Valeria y su familia se trasladaron a vivir a Valdivia el 2016, y ella el 2018 volvió a Valparaíso para estudiar Diseño, fecha en que comenzaron a pololear. Ella retornó al sur porque se estresó en la U. de Valparaíso y este año Gabriel decidió seguirla y estudiar en el Aiep de Osorno para estar más cerca de ella.
"Él trabajaba y estudiaba para pagarse la pensión y tenía muy buena convivencia con mi familia", explica Valeria vía telefónica, quien define a Gabriel como una persona alegre, jugada y risueña, pero de personalidad fuerte.
"A mí no me calza que esté trabajando en algún otro lado ni se haya devuelto a Viña; de ser así me habría avisado", destaca Valeria, quien ruega por encontrar pronto a su amado Gabriel.