Marcela Guajardo Pérez - La Estrella de Valparaíso
Cerca de 10 días antes que Giuseppe Briganti disparara contra la multitud que se manifestaba en plaza Victoria el 21 de mayo del 2015, M.F., dueño de un taller mecánico en Valparaíso fue apuntado por Giussepe Briganti con la misma arma que terminó con la vida de Diego Guzmán y Exequiel Borvarán.
El padre de quien fuese testigo clave en el juicio prefiere mantener su identidad oculta porque aún teme que José Briganti, el padre del condenado atente contra la familia.
Ese día, José Briganti llegó junto a su hijo y su polola al taller. Quería un servicio extra al auto que había dejado, pero ya había pasado la hora de atención del local y M.F. se negó.
"Mi hijo me llamó porque me dijo que ese tipo estaba haciendo un show: golpeaba el capot del auto, daba patadas y lo llenó de garabatos. Vivo cerca así que fui altiro y cuando llegué, en ese preciso momento Giuseppe Briganti sacó una pistola y apuntó a mi hijo, por lo que me interpuse entre ambos. Le dije que todos sabíamos donde vivía y ahí bajó la pistola. Después que se fueron llamamos a los carabineros, pero creo que no tomaron el procedimiento como corresponde. Tal vez si lo hubieran detenido y confiscado esa pistola, esos jóvenes estarían vivos", cuenta el padre del testigo.
Días después, Giuseppe Briganti sacaría esa misma arma, pero para disparar contra los protestantes en la plaza Victoria.
"Yo lamento lo de su hijo, pero esto que pasó es obra de él. Uno tiene que inculcarle valores y principios a los hijos y eso no lo hizo", agrega.
Amenazas
Tres años después de lo ocurrido en el taller y cuando Giuseppe ya cumplía su condena en la cárcel de Valparaíso, M.F. se encontró otra vez con José Briganti, pero en un supermercado porteño.
"Como la víctima dio testimonio en el juicio de su hijo, Briganti lo reconoció y lo amenazó de muerte a él y a su familia. Les dijo que iba a utilizar un arma de fuego y que la fiscal del caso tenía que prepararse para lo que venía", cuenta Fernando Hood, fiscal jefe de Viña del Mar. Además existirían imágenes de cámaras de seguridad que muestran un forcejeo que se habría producido entre ambos, ya que el testigo intentó grabar la agresión con su celular.
Formalización
Ayer José Briganti apareció en el Tribunal de Garantía de Valparaíso para ser formalizado. Mientras esperaba su turno, se paseó nervioso por los pasillos. Pidió a la jueza que los medios de comunicación no registraran su rostro y cuando terminó la audiencia huyó por una puerta trasera.
"Estamos conformes porque estas medidas cautelares cumplen con los fines del procedimiento, mi representado le interesa no tener contacto con el imputado y no ver afectada su seguridad y la de su familia", asegura Franco Cancino, abogado del testigo.
José Briganti fue formalizado por dos delitos: por amenazas simple y por amenazas contra la fiscal que llevó el caso, Mónica Arancibia. Quedó con prohibición de acercarse a ambas víctimas.