Nicolás Arancibia Bórquez

Por fin los miran a todos desde arriba. Tuvieron que pasar quince largos meses para que Santiago Wanderers hiciera valer su estatus como grande de la categoría, y tras la victoria conseguida ayer al mediodía frente a Deportes Valdivia, al fin escalara hasta la cima del torneo de Primera B.

Con el estreno de una línea de tres defensores, los verdes derrotaron por dos goles a cero a un "Torreón" que llegaba como puntero del torneo, pero que en la cancha del Elías Figueroa Brander, no demostró las credenciales para ostentar tamaña posición. Durante el primer tiempo, de hecho, los forasteros no llegaron a la portería custodiada por Mauricio Viana, aunque Wanderers tampoco fue un elenco arrollador, pero a diferencia de su rival, al menos logró aproximarse a la portería, principalmente a través de la habilidad de Francisco Castro, quien a través de su ganas, sigue demostrando que puede ser un gran aporte.

Los más llamativo de la primera fracción, de hecho, fueron los dos cambios que debió realizar Valdivia dado sus jugadores lesionados. Eric Pino e Isaías Peralta abandonaron la cancha con evidentes muestras de dolor, aquejados, según lo que se informó preliminarmente, de un desgarro y de una rotura de ligamentos, respectivamente.

Cambios y goles

Para la segunda mitad, Miguel Ramírez dispuso del ingreso de Luis Valenzuela a la cancha, quien se mostró participativo pero poco preciso para lo que se le exige a un jugador de sus características. Su ingreso, de todos modos, le quitó marca al mediocampo verde, y lo llenó de verticalidad buscando, principalmente, los avances de Matías Fernández, quien jugó uno de sus mejores partidos en mucho tiempo.

Un centro de Fernández, de hecho, acabó con un balón perdido en el área chica que Enzo Gutiérrez, con una espectacular chilena, terminó cambiando por gol cuando el reloj marcaba los 58' de partido. La fórmula daba resultado, ya que en una jugada calcada, seis minutos después, Fernández centró para atrás, encontrando un cabezazo del "Príncipe", quien se anotó con un doblete que celebró con la tradicional "W" sobre su rostro.

El show de los hinchas

En cancha, el Decano ganaba con justicia, pero los hinchas verdes cumplieron con la amenaza que habían anunciado hace unos días. El segundo tiempo llevaba 25 minutos de juego, cuando un sinúmero de bombas de estruendo comenzaron a reventarse en la Galería Norte. La idea era que dicho momento fuese acompañado por fuegos de artificio, pero la acción de los entes de seguridad evitó que estos petardos llegaran a destino (ver recuadro).

Tras ello, los hinchas comenzaron a entonar el himno del club, en una protesta que iba dirigida a los controladores del equipo, en relación a todo el entuerto que ha sucedido estos días con el anuncio de la salida de Nicolás Ibáñez y la Fundación Futuro Valparaíso de la sociedad anónima a cargo de administrar a la institución.

En lo futbolístico, tras el 2-0 de Gutiérrez, el partido entró en un letargo controlado por parte del Decano. Los verdes supieron manejar las acciones y no correr ningún tipo de peligro, aunque si se hubiesen atrevido un poco más, quizás hubiesen un tanto más.

Sin mostrar un juego encandilador, los caturros se mantiene invictos y ahora punteros del torneo. Más allá de gustos, la propuesta de Ramírez, por ahora, está funcionando.

En la previa al duelo de ayer, Santiago Wanderers, en conjunto con todos los entes responsables de la seguridad, logró interceptar dos mochilas lanzadas desde Alejo Barrios hasta Tribuna Andes, que contenían 30 fuegos de artificio, con el fin de ser lanzados posteriormente en la Galería Norte.