Manuel Gómez Poblete

Una nueva decepción -ahora en el "Día de la Madre"- sufrieron los más de cuatro mil hinchas que se dieron cita ayer en Sausalito y que vieron como el Everton de Gustavo Díaz, no fue capaz -en 90 minutos- de marcarle un mísero gol a un pragmático, pero muy efectivo, Audax Italiano.

Y es que el 0-2 final en favor de la visita caló hondo entre los hinchas viñamarinos, dejando además mudos a dirigentes y jugadores locales, puesto que la ineficacia ofensiva y la falta de variantes y/o soluciones desde la banca... ya resulta irritante. Además, el 38.8 por ciento de rendimiento como local que ostenta Everton (en Sausalito suman 7 de 18 puntos posibles) tiene muy disconforme a los fanáticos, quienes ya han comenzado a pedir "la cabeza" de un técnico uruguayo como el "Chavo" Díaz, que no ha logrado seducir -con lo que muestra y dice- a la sufrida hinchada ruletera.

Es cierto, Everton tuvo ayer una cantidad innumerable de oportunidades de gol. Pero si de todas ellas, no se aprovecha ninguna... o de tanto empujar, se convierte al portero visitante en la gran figura del compromiso... de poco y nada sirve el esfuerzo y la entrega de un equipo que se nota nervioso y poco claro en sus movimientos de mitad hacia arriba. Y es que ya a estas alturas, el desborde de Cerato es ultra conocido (y menos efectivo) y la contundencia de Ramos, sólo aparece de tarde en tarde. Y ayer por ejemplo, cuando Alvaro Madrid había sido un agente importante en ofensiva (había generado y llegado con claridad arriba)... el técnico Díaz viene y lo saca para incluir a un Arismendi que, perdido como volante y puntero derecho, volvió a ser intrascendente en el juego. El juvenil Alexander Concha (que ingresó por San Juan a los 79'), mostró mucho más en un cuarto de hora, obligando a una gran tapada del meta Muñoz, cuando su zurdazo se clavaba arriba al primer palo en el minuto 84'. Pedro Sánchez -el otro atacante que ingresó en la emergencia- también tuvo la suya, pero su derechazo a los 72'... azotó el horizontal.

Fallas atrás

Ahora, las fallas en el finiquito que mostró Everton ante un rival que jugó a eso... a refugiarse y buscar la contra, se vieron agudizados por los errores en defensa. Y es que en los dos goles de Ignacio Jeraldino, la retaguardia -o el meta evertoniano- colaboró en demasía. Primero, por lo mal ubicado que estaba los centrales ante un pelotazo largo de Vásquez que finiquitó bien el goleador itálico y luego, por el lamentable error de cálculo (con un Everton regalado en ofensiva) del golero mexicano Carlos Moreno, que facilitó el 2-0 definitivo de los visitantes.