Juan Riquelme Díaz - La Estrella de Valparaíso

150 colegios ya usan RomaCL, y los más contentos no solo son alumnos, y encargados de esos establecimientos, también los profesores, quienes ya no deben dedicar horas y horas a la revisión de pruebas de respuestas de selección: los niños terminan y la evaluación ya tiene nota.

Así de sencillo es el emprendimiento RomaCl, el que lleva cinco años en el mercado y que hoy se muestra en Colombia, Perú y Honduras.

En el penúltimo capítulo de "Emprendedor Estrella", Luis Gringras, su cofundador, detalló cómo llevaron a cabo esta ida que revolucionó el aula.

El sistema de evaluación en línea opera sin internet, y permite a través de una botonera que los alumnos respondan ahí las alternativas, integrando de esta forma instrumentos modernos de aprendizajes basado en modelos de desarrollo de habilidades.

RomaCL

Gringras contó que llegó a este desarrollo luego de varias vueltas emprendiendo. Su foco, siempre fue hacer aplicaciones útiles para las personas, y así llegó a la necesidad -puesta sobre la mesa por un amigo- de agilizar los procesos de evaluación en el auto con un sistema que no necesite de internet, y que funcione de manera rápida.

Con la propuesta en mente salió a recorrer el mundo a buscar soluciones similares. Estados Unidos y China fueron sus puntos de experiencia. Nada de lo que había ahí, se podía trasladar a Chile, y fue por eso que con la ayuda de su socio, decidió partir de cero y fabricar en China los primeros dispositivos. De eso han pasado cinco años de aprendizaje y donde el cuidado por el curriculum terminó por ser la fórmula del éxito.

La teclera funciona con un sistema de radiofrecuencia que las conecta con un dispositivo que está conectado al computador del profesor y donde se procesan todas las respuestas. Ahí se puede ver en tiempo real lo que los alumnos responden, y hacer análisis de tiempo, evolución de la prueba y cuando la prueba termina, poder conocer en pantalla y en la teclera de los alumnos, el resultado.

Con esto, asegura Gringras, el profesor se va a la casa sin tener que revisar las pruebas y pudiendo redestinar ese tiempo a estar, por ejemplo, con su familia o amigos.

Agrega el cofundador de RomaCL que con los resultados de inmediato, se puede reforzar la unidad de inmediato, y no hablar de las falencias cuando ya los alumnos comenzaron a pasar nuevos contenidos. "Y eso tiene una tremenda ventaja porque cambiamos la cultura de la evaluación en los colegios", dice.

Pero la maravilla digital no funciona sola. El acompañamiento académico es fundamental.

De la mano

Cuenta Gringras que las evaluaciones que acompañan las tecleras son realizas por un equipo propio pedagógico de alto nivel y que alinea las pruebas -en total ya unas 1800- con el curriculum del ministerio de Educación y el desarrollo de habilidades.

Esta base formativa se adapta también a los ajustes que cada equipo escolar sume, pudiendo incluir pruebas tipo en el sistema, pero siempre alineado con lo que el ministerio guía.

"Podemos agregar todas las asignaturas y adaptarlo a su colegio. Generalmente los colegios son muy ordenados, porque el ministerio les exige un orden curricular. Nosotros nos alineamos con esto. El 92% de los colegios son de esa característica, 8% son colegios privados que toma el curriculum ministerial como base y lo adaptan", cuenta Gringras.

Se puede copiar, claro que sí, pero advierte el cofundador de RomaCl que el sistema pueda reordenar las preguntas por fila, columna o de forma aleatoria, haciendo más difícil la trampa.

A esto, se sumó este mes un módulo de evaluación que permite, por ejemplo, que los apoderados puedan opinar sobre temas relacionados con la educación de sus hijos.

El producto está disponible para colegios, fundaciones o corporaciones municipales y considera una licencia anual y acompañamiento postventa en el colegio, incluyendo capacitación para los docentes. "Les enseñamos a leer los informes, interpretarlos. La aplicación de evaluación hace una serie de análisis que permite dar más interpretaciones", concluyó.