Matías Valenzuela
El esfuerzo de alrededor de 1.200 personas que marcharon con pancartas, gritos y manifestaciones artísticas; se vio opacado por el mal actuar de una treintena de encapuchados que, al final de la marcha, causaron destrozos en la avenida Pedro Montt.
Alrededor de las 12.00 horas comenzó el recorrido de la marcha convocada por la denominada "mesa social", compuesta por la Confech, la ANEF, el Sindicato Pescadores Caleta Portales y la Coordinadora No más AFP, entre otros estamentos ciudadanos.
Las consignas que motivaron la manifestación, tenían que ver con la educación pública en todas sus aristas.
"Debe haber una transformación estructural de los pilares de la educación que hoy día está sumida en el mercado y en el proyecto neoliberal", manifestó Andrés Arce, del comunal del Colegio de Profesores. Sobre la situación del paro docente, indicó que "hasta ahora no hay ningún tipo de manifestación con (Marcela) Cubillos. Lo que estamos haciendo los profesores de Valparaíso es ser consecuentes con la postura que hemos tenido a nivel comunal, que es una de las más contundentes a nivel nacional".
Desde la bancada estudiantil, Constanza Leiva, vocera nacional de Confech, precisó que se pliegan a la marcha para presionar por un cambio al modelo de educación.
"El estado y este gobierno, finalmente con las políticas que están intentando implantar, han venido a precarizar aún más este modelo mercantilizado de la educación. Nosotros desde el movimiento estudiantil estamos apostando por un nuevo modelo de educación", declaró.
Los mismos de siempre
Pasadas las 13.00 horas, terminaba el acto oficial, y en seguida un grupo de encapuchados derribaron las barreras perimetrales y lanzaron una bomba molotov hacia carabineros, junto a otros proyectiles.
Un grupo tomó un basurero de plástico para incendiarlo, cuando fueron encarados por un profesor que los reprendió por realizar disturbios, y fue víctima de un cobarde ataque.
Un muchacho lo tomó del cuello por detrás y lo arrojó al piso. En ese momento, otros dos tipos lo patearon en la espalda y la cabeza, hasta que finalmente pudo escapar con la ayuda de su esposa.
"Nosotros veníamos marchando sin ningún problema y me atacaron por la espalda. Los que hacen estos desórdenes andan todos con el rostro cubierto", dijo el afectado, Rodrigo Araya, profesor.
Luego de este ataque, hubo desórdenes por casi veinte minutos. El zorrillo y el guanaco dispersaron a la gente que se quedó en el lugar, quienes fueron encajonados por ambos costados del Parque Italia, y la manifestación se dio por terminada.