La flota de Trolebuses Valparaíso cuenta con varios modelos. Entre ellos están los modelos antiguos patrimoniales, que tienen un consumo entorno a los 4 KWh por kilómetro; los buses oruga, que tienen un consumo mayor; y los de origen suizo y chino, más nuevos, cuyo consumo es el más bajo de la flota. Por lo mismo, estos últimos son utilizados en las horas punta como parte de las medidas de eficiencia energética que desarrolla la empresa.
El 22% de los gases de efecto invernadero emitidos en el país derivan del transporte; de ahí el compromiso de combatir dichos efectos para minimizar el tan temido cambio climático. En Valparaíso, los troles cumplirán 70 años brindando un servicio limpio y adelantándose a los tiempos. Es por ello que nadie quiere que desaparezcan, tal como temen sus actuales propietarios, ante la falta de financiamiento público para renovar sus antiguas catenarias y la subestación eléctrica (ver recuadro). Y son los expertos en electromovilidad los primeros en defenderlos a la hora de conversar sobre la complementación de éstos con los futuros buses eléctricos, pensando en el 2030.
Los trolebuses y el Metro Regional son los únicos medios de transporte eléctricos del Gran Valparaíso; es por ello que resulta impensado que cualquiera de los dos desaparezca, pensando en las perspectivas gubernamentales de descontaminación global.
"Valparaíso era el futuro con sus trolebuses; por ejemplo, la ciudad de San Francisco, en California, todavía mantiene su infraestructura de trolebuses. El desafío es mantener y avanzar en electromovilidad y Valparaíso, al mantener la infraestructura de trolebuses, debería ampliar su red", explicó Felipe Ulloa, geógrafo de la Universidad de Chile y máster en Desarrollo e Infraestructura.
El especialista agregó que en "Valparaíso sería un error eliminar la infraestructura del cableado, al contrario, se debe refaccionar y darle exclusividad, al menos en el centro de Valparaíso. En Santiago fue un error eliminarlos, las infraestructuras no deben eliminarse, sino actualizarse", preciso Ulloa, en su columna de opinión de radio Universidad de Chile.
"Todos los modos de transportes deben verse como complementarios, y deben buscarse fórmulas para agilizar los transbordos de pasajeros. Pues se debe considerar que con la puesta en marcha de energías renovables no convencionales eléctricas se podría llegar a una electromovilidad realmente de emisión cero si se considera la trazabilidad desde la generación eléctrica por ejemplo solar hasta la puesta en marcha del trolebús o bus eléctricos", concluyó UIloa.
Juan Sánchez Ramos, jefe de carrera de Ingeniería y Transportes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, fue bastante práctico a la hora de emitir una opinión. "Se ha chuteado bastante la licitación de transporte público en la región y los empresarios no creo que tengan los medios para adquirir la cantidad de buses eléctricos necesarios para implementar la electromovilidad en la zona a corto plazo. Por eso yo creo que es fundamental la mantención de los troles en Valparaíso, que son los únicos que no contaminan actualmente", planteó el académico experto en electromovilidad, quien espera que a los troles se les aproveche y se les destine vías exclusivas hasta que el 2030 se cumpla el plazo de cero contaminantes en el transporte público.
Sánchez es de la idea de no sacar su cableado y potenciar su uso, tal como lo está haciendo el metro regional, que posee combinaciones con el trole.
"El uso de los buses eléctricos en los cerros se podría con motores de mayor potencia, pero si se complica el tema, sería una opción circuitos tipo anillo, donde se integre al trole y exista un mix con vías exclusivas para este medio de transporte", comentó Sánchez.
La situación financiera de los trolebuses porteños es crítica, según señaló a La Estrella el socio de la empresa, Pedro Heimpell. Entre otros factores, figura la falta de un apoyo estatal para renovar las catenarias que datan de 1952 y la subestación eléctrica, que es monumento histórico. La empresa recibió un balde de agua fría tras conocerse que el Ministerio de Transportes no los considerará en el plan de mejoramiento del transporte público en el Gran Valparaíso. Según un oficio firmado por la ministra Gloria Hutt, en mayo de este año, un panel de expertos determinó que las "externalidades positivas" del servicio no podían ser evaluadas por el área de Transportes y derivó la búsqueda de una solución al Ministerio de las Culturas, al considerar como impactos positivos únicamente "cualidades asociadas al desarrollo turístico y patrimonial de Valparaíso". En este oficio además la ministra de Transportes informa "la imposibilidad de considerar recursos adicionales a los que actualmente se entregan" a la empresa de troles y encomienda a la ministra de Culturas el "apoyo financiero, técnico y administrativo" para buscar financiamiento para las mejoras que requiere el sistema. A ello se suma otra mala noticia, al conocerse el oficio de Desarrollo Social al intendente Jorge Martínez, de julio de este año, donde le señala que la empresa no puede recibir fondos públicos del Gobierno Regional, por tratarse de una firma privada.