Priscilla Barrera Ll.
Aveces los milagros ocurren y aquello que parecía imposible poco a poco comienza a hacerse realidad. Y es que transcurridos poco más de dos meses desde que diéramos a conocer el dramático caso de la pequeña Michelle Parra Roblero, quien junto con perder a su hermanita gemela, ha debido permanecer por razones de salud, más de un año hospitalizada, la Fundación Vivienda consiguió una casa que permitiría que por fin la pequeña pueda volver a vivir con su familia.
Desde la misma fundación que nace al alero del Hogar de Cristo y con presencia en la zona hace un año, explicaron que tras conocer del caso, tomaron contacto con su familia, en particular con su joven madre, Hellen Roblero.
Tras evaluar socialmente el caso y dado el énfasis de la fundación en los temas de infancia, se logró gestionar una vivienda de emergencia de 38 metros cuadrados, la que permitiría a sus padres contar con el espacio necesario para que su pequeña hijita pueda ser dada de alta.
Traslado
Lo único que resta, entre otros ajustes, es el traslado de la vivienda de emergencia, toda vez que ésta se encuentra en Santiago. La familia de Michelle cuenta con un terreno por lo que se encuentran expectantes ante la llegada de la casa que les permitirá volver a tener a su hijita con ellos.
"Michelle sigue en la UTI en el Van Buren porque no la darán de alta hasta que contemos con las condiciones mínimas que ella requiere. Estamos agradecidos con la fundación, pero también nos preocupa poder contar con los servicios básicos de agua y electricidad, en especial porque la niña es electrodependiente", precisó Hellen.
Sigue en la uti
En la actualidad, la pequeña Michelle continúa en la Unidad de Cuidados Intermedios pediátricos del Van Buren y en condiciones de ser egresada en el corto plazo. Sin embargo, la niña presenta condición de electrodependiente, lo que implica exigentes condiciones para que sea dada de alta.
La pequeña Michelle presenta daño pulmonar crónico y requiere ventilación mecánica por traqueostomía, entre otras dificultades. Por lo anterior, la menor debe disponer de una habitación individual con condiciones aptas para el programa de ventilación domiciliaria AVI al que debe someterse. Y ese es precisamente el problema que aflige en especial a su madre.
"Nosotros vivimos en la casa de mi mamá como allegados. Somos tres: mi pareja, mi otra hija de tres años y yo. Los tres compartimos una pieza y no podemos recibir a la Michelle en la casa", cuenta desesperanzada Hellen Roblero, de 19 años.
La joven madre explica que junto a su pareja cuentan con un pequeño ahorro para postular a un subsidio, pero saben que es insuficiente para acceder a una vivienda en el corto plazo.
"La niña lleva más de un año en el hospital. Lo que más queremos es llevarla a la casa. Ella es candidata al programa de ventilación domiciliaria AVI, pero ese programa exige determinadas condiciones en la vivienda. De partida una pieza para ella sola, piso flotante y paredes lavables, sin eso, no podemos", precisa la joven.