Hace 40 años que Adelaida Reyes vive en la calle Recoleta en la Población José Miguel Carrera de Quilpué. El anhelado proyecto de pavimentación de esta vía que conecta V Centenario con Marga Marga llenó de felicidad a los habitantes de este sector, hasta que comenzaron a percatarse que las obras contemplaron además de la calzada, el levantamiento de un muro de más de 3 metros de altura que los dejó sin salida para vehículos desde sus casas.

"Lo que nos está afectando es que el muro que se está haciendo no nos deja acceso en vehículo hacia nuestras casas. El problema más grave es que muchos tenemos a familiares de la tercera edad, algunos enfermos postrados y no es posible acceder en vehículo", planteó.

Al igual que su vecina, Luis Figueroa, debe dejar su automóvil en otro sector, pagando o pidiendo favores para que se lo cuiden. "Tengo que estar molestando a mis vecinos. Llegué el año '82 y yo mismo habilité el acceso que ahora no existe", dijo el afectado.

Elena Paredes dijo que comparte la misma inquietud de sus vecinos y que la mayor preocupación es qué sucederá en caso de una emergencia.

"Hace un año hubo un incendio y tuvieron que acceder por nuestra propiedad que entonces tenía entrada de vehículo, ahora ya no", dijo la vecina quien confía en que se les otorgue una solución.

Serviu

El director del Serviu Valparaíso, Tomás Ochoa manifestó que han tomado conocimiento de la inquietud de los vecinos de la calle Recoleta en Quilpué "y entendemos su preocupación, por lo mismo, le he pedido al equipo técnico que vaya a terreno a constatar la obra vial y a evaluar una solución para estas familias".

El directivo, detalló que la obra en desarrollo es "un mega proyecto que actualmente tiene un 17% de avance, con una inversión que alcanza los $8 mil millones, y que en este tramo en cuestión, contempla la pavimentación de 700 metros de tierra con nuevas veredas, que conectará a las familias con la principal arteria de Quilpué, Quinto Centenario.

"Se trata de una gran obra que debe ser una buena noticia y no un dolor de cabeza para las familias del sector, por eso vamos a concurrir al lugar para buscar una solución que deje conforme a los vecinos", reiteró Ochoa.

Marcela Guajardo Pérez - La Estrella de Valparaíso

"En algún momento bajaremos por las quebradas y las escaleras de Valparaíso, como la lluvia y estarán nuevamente las calles de la ciudad llenas de tambores", vaticina Santiago Aguilar, la cara visible del festival Mil Tambores, carnaval cultural que los últimos años cayó en la polémica por reclamos de los vecinos sobre el orden público y la basura que generaban los visitantes.

Las críticas los llevaron a perder los 40 millones que el Estado les asignaba para el concepto de seguridad, aseo y baños públicos. "Nunca vi a los vecinos que reclamaban reunirse en una asamblea en contra de nosotros ni tampoco se nos han acercado. Creo que es gente que se ha colgado de nosotros para tener cierta visibilidad, porque no existen si no existimos nosotros. Y si se preocupan de los vecinos, hay que tener en cuenta que quienes participan de estas actividades, unas 1.500 personas, también son vecinos de Valparaíso", asegura el gestor cultural.

Este año se cumplen 20 años desde la creación de este evento cultural, pero al igual que el 2018, no habrá pasacalles por la avenida Altamirano. Las actividades se concentrarán una vez más en los cerros.

Aguilar asegura que la decisión de no hacer pasacalles en el borde costero se tomó para evitar conflictos, ya que la ciudad actualmente no cuenta con las condiciones para recibir a las 100 mil personas que llegan a Valparaíso durante los tres días de celebración y que generan recursos para la industria comercial y turística.

La estructura organizacional del evento también cambió, con la Corporación cooperando con el patrocinio. Santiago Aguilar dejó la vocería y ahora está en calidad de asesor, ya que la organización se realiza a nivel territorial. De todas maneras cuestiona el rol de las autoridades regionales sobre cómo manejaron el tema del carnaval.

"Si los quisiéramos hacer (los pasacalles) mañana lo haríamos, le estamos dando una oportunidad a las autoridades para que gobiernen mejor, pero no vamos a estar esperando toda la vida para que hagan mejor las cosas", afirma.

Municipio

En mayo de este año, el dirigente cultural fue criticado en el Concejo Municipal cuando se supo que fue contratado por la Dideco para desarrollar un plan de fortalecimiento de los carnavales. Su contrato fue cuestionado y terminó siendo señalado como "ilegal" por parte de la Contraloría Municipal.

"Eso es un problema de la administración municipal, no es mi problema, ellos tienen que resolver esas cosas. Nosotros hicimos nuestro trabajo, entregamos un contundente informe que fue socializado después de ser entregado al municipio. Todas las organizaciones con las que trabajamos tienen ese informe en la mano", dijo Aguilar.

El informe público tenía como objetivo hacer un diagnóstico de esta actividad cultural a través de distintas jornadas participativas y entregar algunas propuestas al alcalde Sharp para ser incluidas en el Pladeco. Una de ellas es la creación de un Departamento de Carnavales. "Debe tener recursos propios y autonomía para la gestión, todas las ciudades que tienen carnavales tienen oficinas administran recursos y diseñan planes para generar actividades todo el año", explica Aguilar.