Erika Rojas Salazar
El pasado fin de semana participó de un ecochallenger en Rapel que le tomó 10 horas, ayer se preparaba para la Parada Militar y a su vez hacía clases de orientación terrestre a los alumnos de la Escuela Naval. El sargento Sergio Dufey posee una extenuante agenda diaria, y una de las actividades que ha sido reconocida por sus pares y público en general, es haberse especializado como francotirador y encabezar el batallón de infantería marina este 19 en el parque O'Higgins.
Nuevo quilpueíno
Nacido en Traiguén, región de la Araucanía, el sargento Sergio Dufey se trasladó hasta la región de Valparaíso a los 19 años y no regresó más.
Hace 24 años vive en Quilpué. Es casado y no tiene hijos y ya se considera todo un porteño por adopción.
"Escogí ser infante de marina, una carrera que me llenaba por sus capacidades y forma de trabajar y paralelamente en lo deportivo me fui especializando en orientación y también surgió lo de cartografía, que era compatible con lo que desarrollaba", sostiene Dufey, quien agrega que eso lo llevó a torneos internacionales. "En la marina hay que ser multifacético y por eso en lo técnico,y como hombre de sur me gustaba la caza, y uní la cartografía y la puntería, surgiendo lo de francotirador", detalla el actual comandante de la sección de Franco Tiradores del batallón Miller, quien además es sniper, especialista en infantería y paracaidista.
No usa whatsapp
Sin querer contar cuanta gente integra el batallón, por motivos estratégicos, el infante de marina confesó que tampoco usa whatsapp. Es que llegar a ser francotirador no es algo cotidiano. De 15, sólo 4 alcanzan el logro y Dufey representa un ejemplo de liderazgo y preparación profesional de la gente de mar, destacando que será el primer líder de esta área en encabezar un batallón en la Parada Militar.
"Una de las mayores satisfacciones que he tenido en mi carrera es encabezar el batallón Miller, pues es una sección muy especializada. Llevo 4 años en esto y es un trabajo que me llena", sostiene el sargento, quien instó a los jóvenes que se interesen en ser infante marino, estudiar y luchar por sus anhelos.
"Hay que dedicarse, trabajar mucho y cumplir con el perfil de ser francotirador. Los videojuegos emulan en algo mi profesión, pero el frío, el trasnoche y la vivencia que setiene en terreno y el cansacio físico, no se compara para nada a lo real", admite el infante de marina.