Animalista necesita casa para ella y sus 30 perritos
Por reclamos de vecinos, tuvo dejar la vivienda que arrendaba hace siete años. Busca comprar una parcela pequeña para volver a vivir con sus rescatados.
D esesperada se encuentra Sandra Sandoval, conocida animalista porteña que lleva más de 40 años dedicada a rescatar perros abandonados de la calle para brindarles medicinas veterinarias, alimento y sobre todo amor.
La situación es que Sandra arrendaba una casa ubicada en calle 12 de Febrero, en el barrio El Almendral. Pero tras siete años viviendo en el lugar, los dueños le pidieron que se fuera, debido a los constantes reclamos de vecinos, a quienes les molestaba que Sandra viviera en el lugar con algunos de sus canes rescatados.
Cabe destacar que Sandra tiene 30 perros a su cargo; ella vivía con 17 y el resto estaba bajo custodia provisoria de otras personas animalistas que le brindaron apoyo.
El asunto es que el fin de semana pasado Sandra se vio obligada a desocupar la vivienda y hoy está en la búsqueda de un nuevo lugar para vivir con sus animales rescatados, ya que asegura que "bajo ninguna circunstancia abandonaría a mis perros".
Efecto rescatista
Con las emociones a flor de piel, la conocida animalista porteña nos cuenta: "Estoy muy angustiada. Es normal que en un sector urbano a los vecinos no les guste que uno viva con tantos perritos, a pesar de que yo nunca reclamé por sus fiestas sus ni peleas. Pero es parte de...".
Y agrega: "Yo viví ahí siete años y por primera vez los vecinos empezaron a reclamar. Yo comprendo que en pleno centro a las personas no les guste verte pasar con perros enfermos o heridos en los brazos. No es un bonito espectáculo, pero es la realidad y no tengo opción".
Sandra reconoce que "desde que era niña que ando con los perros colgando". Yo tengo 51 años y he rescatado animales desde que era niña. Donde he vivido he rescatado perros. Lo que pasa es que antes rescataba como 10 por año, pero a partir del Megaincendio, desde que se formaron redes y la gente sabe que hay personas que rescatamos animales, me contactan más y también se produce el 'efecto rescatista', que es cuando la gente abandona más animales porque saben que alguien los va a rescatar".
Casos complejos
A lo anterior se suma que la mayoría de los perros que Sandra tiene bajo su cuidado son complejos. "Son viejitos, ciegos, les faltan patitas, están postrados o son enfermos crónicos y requieren cuidados especiales, entonces nadie los quiere adoptar. Incluso tengo unas perritas que han sido violadas. Entonces si ellas se asustan muerden porque han sido muy maltratadas y abusadas. Por eso no las puedo dar en adopción", enfatiza Sandoval.
"Yo trabajo para ellos y atiendo sola a mis animales. Me gasto cerca de 600 mil pesos mensuales en mis perros. Para reunir dinero hago asistencia de enfermos, de familias, y por años hice asesorías judiciales. También hay gente que me copera con alimentos porque yo jamás he pedido dinero por recibir un perro o dar en adopción. Y cuando hay gastos veterinarios, publico mi cuenta, o hacemos rifas, completadas", afirma.
Parcela pequeña
Por ahora, Sandra y los 11 perritos más pequeños fueron alojados en el departamento de su hija, mientras deja los pies en la calle para encontrar un terreno o pequeña parcela donde poder vivir con sus 30 canes rescatados.
"Me urge encontrar un lugar para irme con mis perros. Al salir de la casa tuve que distribuirlos con distintos cuidadores provisorios. No he podido trabajar por ir a verlos y no dejarlos de lado. Les llevo su comida y sus remedios, sus mantitas. He ido a ver terrenos pero ninguno tiene sus documentaciones al día. Ha sido súper complicado. Necesito encontrar algo de aquí a fin de año", concluye.