El pequeño ambientalista local que le sigue los pasos a Greta Thunberg
Sebastián Mattensohn, el "mini Capitán Planeta", habla sobre la lucha que da a diario para erradicar los basurales de Villa Alemana. Uno de sus sueños es conocer a la activista sueca.
Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso
Adiferencia de lo que habríamos pensando en un pasado, los verdaderos protagonistas de combatir el cambio climático no son ni los adultos, ni los gobiernos, son nada más, ni nada menos que los niños.
Y el por qué es evidente: frente a la preocupante crisis mundial, la infancia se ve asustada ante un futuro realmente incierto.
El fenómeno de la activista ambiental, Greta Thunberg ha despertado un verdadero compromiso con la naturaleza y así lo dejó demostrado en el verano Sebastián Mattensohn, de tan sólo 11 años, quien recoge, hasta el día de hoy, basura y escombros en Villa Alemana.
El catalogado "Mini Capitán Planeta" dejó en evidencia que con pequeñas acciones se pueden generar cambios positivos.
Hoy en día, su lucha aún persiste. "Sigo recogiendo la basura y esto ayuda a que no queden escombros en el cerro. Nosotros, los niños, tenemos que mejorar el planeta y no contaminarlo tanto, por ejemplo, cuando nos lavamos los dientes no dejar corriendo el agua o no botar basura al suelo, son pequeñas acciones, pero son medidas de prevención", asegura Sebastián, quien ha despertado el interés ambientalista en su barrio.
"Él ha sido un incentivo para sus vecinos, incluso los niños se le han unido para recoger escombros. Los pequeños son los más conscientes porque son ellos quienes heredarán el planeta", señala su madre, Daniela Fernández.
Admiración
Los potentes discursos de Greta Thunberg, de 16 años, frente a potencias mundiales, han inspirado al mundo y a minis activistas ambientales como Sebastián.
"La admiro, ya que ella ayuda a ser conscientes de lo que pasa en el mundo. Me gustaría sumarme a su movimiento cuando visite Chile e intentaré ir a verla porque ella es muy importante en la ONU", afirma "Capitán Planeta".
Tal como cuenta Sebastián, conocerla es una prioridad no sólo para él, sino también, para su familia. "Haremos un sacrificio como familia para que la pueda conocer, nuestro hijo la admira y es un modelo a seguir", manifiesta Daniela.
Nuevo desafío
Los objetivos del activista ambiental de la región suman y siguen. Hoy planea un nuevo desafío para el verano: conseguir un dron con cámara.
"Su nuevo desafío es comprar un dron con cámara porque quiere revisar en qué puntos hay microbasurales para ir a limpiar. Nos dice que se viene el verano y comienza la época de incendios y eso le preocupa", cuenta su papá, Gunther Mattensohn.
En otras palabras, a Sebastián le inquieta la llegada del verano y el exceso de gente, ya que son situaciones que podrían generar incendios. Por otro lado, espera intervenir y exponer discursos lo antes posible.
"Yo tengo un objetivo: ir hablar a lugares en donde la gente contamina; me gustaría decir que no corresponde que boten desechos, que reutilicen, que sean respetuosos con el planeta y que utilicen energías renovables", indica.