El equipo de cuatro observadores de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, que fue enviado a Chile para analizar la situación de derechos humanos relacionada a las protestas, concluyó su visita ayer.

Los profesionales estuvieron tres semanas en el país, instancia donde también visitaron Valparaíso y donde se reunieron con organizaciones civiles de derechos humanos.

En un comunicado de prensa, la organización explicó que, dentro de su trabajo, acudieron a comisarías, cárceles y hospitales. Las autoridades proporcionaron acceso sin restricciones para dichas visitas.

La labor de este equipo mandatado por la Alta Comisionada para las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, fue evaluar la situación de derechos humanos relacionada a las protestas, incluyendo la situación vivida durante el estado de emergencia.

Los observadores recibieron "alegaciones de uso excesivo de la fuerza por parte de agentes de orden y seguridad en el contexto de protestas, reportes de malos tratos en detención, incluyendo abusos y violencia sexual y alegaciones de vulneraciones a derechos durante la privación de libertad".

El equipo también analizó información sobre actos de violencia contra fuerzas de seguridad y destrucción de la propiedad, entre otros temas.

Semanas

Los profesionales se reunieron con autoridades de los poderes Ejecutivo y Judicial, Carabineros, el Instituto Nacional de Derechos Humanos y la Defensoría de la Niñez, así como más de 300 integrantes de la sociedad civil.

Además se recibieron los testimonios de más de 230 víctimas, incluyendo personas que resultaron detenidas y heridas durante las protestas, así como carabineros heridos.

Ahora la Oficina de Derechos Humanos de la ONU estará trabajando en un análisis detallado sobre la información recibida con el objetivo de preparar un informe público que contendrá "hallazgos detallados de la misión y se formularán recomendaciones para el gobierno".

El informe será publicado dentro de dos a tres semanas.

Matías Valenzuela

Internado en el hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, y a la espera de una cirugía, se mantiene un profesor porteño que resultó lesionado durante los disturbios registrados junto al Congreso durante la jornada del jueves.

Mientras ocurrían los enfrentamientos entre encapuchados y Carabineros, un educador terminó en el suelo con la cabeza sangrante, tras haber recibido el impacto de una bomba lacrimógena. Claudio Inda, profesor de la escuela Alemania, recinto ubicado precisamente en la zona de los enfrentamientos, estaba en la calle cuando un elemento lo golpeó en el rostro.

"Le llegó en la cara, a la altura de la mejilla del lado derecho", cuenta Patricia Miranda, su expareja.

La mujer relata que testigos levantaron al docente y lo llevaron hasta la oficina del Colegio de Profesores, que estaba funcionando como centro de primeros auxilios y en donde tienen personal especializado y una cruz roja en el frontis. En casos de más gravedad, como este, llaman a una ambulancia para trasladarlo al hospital.

"La gente que estaba ahí lo llevó al Comunal y ahí llegó a buscarlo una ambulancia que lo trasladó a la posta", explica Miranda.

El diagnóstico: un corte profundo, que le atravesó la cara y requirió puntos, además de una fractura en su mandíbula.

El educador sigue internado en el hospital porteño a la espera de una operación de la zona fracturada.

Colegio de profesores

Mario Díaz, presidente del Colegio de Profesores de Valparaíso, denunció que Carabineros no respetó los protocolos al actuar con gases y agua en la oficina donde se atendía a los lesionados.

Explica que hubo otras dos personas con lesiones importantes y decenas de personas asfixiadas por los gases. En algunos videos difundidos se aprecia que el agua de guanaco ingresó al interior.

"Entra el zorrillo lanzando humo hacia adentro y el guanaco tirando agua hacia adentro también. Quedó todo mojado, había niños, mujeres de la tercera edad y personal de auxilio. Tuvimos que limpiar porque el agua venía cargada con químicos", manifestó Díaz.