Ante la violencia y agresividad desmedida que han mostrado numerosos grupos de jóvenes manifestantes en los sucesos recientes que han convulsionado al país, es necesario cuestionarse cuál es el papel que juegan las familias y que inciden en ese comportamiento antisistema y antisocial. Hay bastante evidencia que constata que la violencia en los jóvenes, en la mayoría de los casos, tiene su origen en la dinámica familiar en la cual han crecido. En primer lugar, se da lo que algunos expertos llaman "efecto amplificación": muchos adolescentes se muestran violentos por haber sido sometidos a violencia durante la infancia. Asimismo, el estilo educativo familiar tiene gran incidencia. Padres excesivamente autoritarios, castigadores y controladores generan en los niños y adolescentes sentimientos de rencor, rabia y frustración, que suelen explotar ante situaciones que les desbordan. Por otra parte, el modelo educativo permisivo o de "dejar hacer" que se caracteriza, por regla general, por la despreocupación y negligencia, la ausencia de límites y reglas claras, o una conducta emocional errática de los padres, produce desprecio por la autoridad y las normas, falta de empatía y de control de las emociones, búsqueda de satisfacción inmediata de las necesidades y escasa tolerancia a la frustración. Somos los padres los primeros responsables de educar a niños, niñas y adolescentes empáticos, solidarios, tolerantes, respetuosos de los derechos de los demás, conscientes de sus deberes, etc. Estas virtudes morales se aprenden en el hogar y difícilmente se adquieren fuera de éste.
La nota de Florcita Motuda
Después de ver hoy como el Frente Amplio comienza a desgranarse por diferencias de opinión por el Acuerdo Constitucional, trae a la memoria las palabras que dijo Florcita Motuda, pasada la última elección presidencial, en donde su candidata Beatriz Sánchez no pasó a segunda vuelta. "Quizás qué cagada (*) hubiera quedado, por suerte no salimos" (sic)
La declaración del diputado Raúl Alarcón, que incluye una alta dosis de alivio, a esa fecha, es la mejor prueba que el FA no estaba preparado para asumir la responsabilidad de gobernar Chile y las renuncias personales y de partidos al mismo conglomerado en estos días, simplemente dan cuenta que se mantiene la misma falta de madurez para enfrentar grandes desafíos políticos...
Jimena Valenzuela del Valle
Directora del Instituto de Ciencias de la Familia Universidad de los Andes.
Luis Enrique Soler Milla