Experto analizó comportamiento del cerebro en el "estallido social"
Sicólogo experto en neuroseguridad realizó un estudio consistente en un mapeo mental a 4 personas: manifestante de primera línea, locatario saqueado, activista pacífico y un ciego.
Alfredo Sherrington es un sicólogo y académico, especialista en estudios de neuroseguridad y socio fundador de la empresa Brian Technologies de evaluaciones mentales. Siempre está dispuesto a medir fenómenos sociales y naturales, el último fue el eclipse de julio pasado. Ahora, el profesional quiso experimentar con la actividad cerebral de cuatro personas de Valparaíso y Viña del Mar, protagonistas del denominado estallido social.
Dentro de las conclusiones se detalla que "los jóvenes experimentan gran activación cerebral y una valía positiva en relación a los eventos de cambio social. Es una actividad que los retroalimenta positivamente. Desde estar en la primera línea hasta la marcha pacífica sin violencia alguna", pero "los adultos mantienen mayores niveles de explicación racional en la entrevista. Aunque cuando se conectan con sus emociones están asociadas a experiencias fundamentalmente traumáticas", resume el investigador.
Metodología
El formato de investigación se basó en entrevistas semiestructuradas a cuatro personas, en un caso con apoyo de video. Para medir la actividad eléctrica del cerebro se trabajó con un software que reconoció estados neurosicológicos.
Sherrington utilizó un equipo denominado EEG-Emotiv (encefalograma) portátil de 14 canales o electrodos.
Las entrevistas se realizaron en oficinas laborales y domicilios. "Buscamos representar a nivel neurosicológico como los eventos sociales si tienen impacto a nivel cerebral. Esto nos permite explicar lo que está pasando o va a pasar, es decir los niveles de estrés, temas de salud mental que se están presentando y que a través del área neurosicológica se pueden visualizar. Además permite explicar qué es lo que hace que algunos jóvenes estén participando en el movimiento y cómo lo están viviendo ellos", afirma el profesional.
Los entrevistados
Arturo fue el primer entrevistado. Él es estudiante universitario y participa en la línea frontal de las protestas, donde habitualmente se producen enfrentamientos con Fuerzas Especiales de Carabineros, mientras el resto de las personas continúa con la manifestación.
"Al relatar sus funciones, su cerebro se estimula, se activa cuando describe sus acciones. La valía de su actividad es muy positiva. El compromiso con su acción en la primera línea es en niveles altos. En términos simples, neurosicológicamente la acción que realiza en las protestas le provoca agrado, tanto neurofisiológicamente como psicológicamente", analiza el estudio.
En tanto, al consultarle por el accionar de carabineros o el discurso del Presidente Sebastián Piñera, el cerebro del universitario se estimula cayendo en excitación cuando observa imágenes de golpes hacia un joven.
"Los datos muestran que cuando se habla del Presidente Sebastián Piñera, sus niveles de activación en general se mantienen normales o bajos. Existe en nuestro cerebro, una forma de dejar de activarse, sorprenderse o excitarse cuando una palabra, evento o descriptor negativo de una persona se ha repetido muchas veces", fundamentala investigación.
Joven pacifista
Claudia, un nombre ficticio porque no quiere que el verdadero sea publicado, tiene 26 años y es la segunda entrevistada. Casi finalizando su formación universitaria, ella se declara pacifista y adhiere a las demandas.
"Nos reunimos, coordinamos por redes sociales, nos juntamos con amigos, conocidos o los conocemos en el momento para marchar", expresa la manifestante, cuyo cerebro se activa al hablar de eso y el nivel de compromiso se dispara.
"Sé que hay personas que harán destrozos, pero intento no estar con ellas o no quedarme cuando comienzan los saqueos". Con esa frase, su cerebro disminuye su excitación. Su compromiso baja, esta es una actividad que provoca estrés en su cerebro y prefiere no estar cerca cuando ocurran, advierte el estudio.
Sobre el Presidente Sebastián Piñera, ocurre un aplanamiento en la señal de Claudia. No genera el rechazo en la valía.
El tercer entrevistado es Sergio, quien vive el estallido social desde el recuerdo del golpe militar de 1973. Además, la pérdida de su visión lo hace empatizar también con aquellas personas que perdieron la vista total o parcialmente por efecto de balines.
Él era un niño de 10 años cuando fue el golpe militar. Recuerda que en esos años, si se amenazaba a un militar, eso significaba que te detenían. "Su relato es preciso, racional y sus zonas de activación cerebral muestran niveles de alto autocontrol emocional; ni mucha activación, ni baja", resalta el informe neurosicológico.
Sergio es masoterapeuta, sus clientes son mayoritariamente turistas y sus actividades laborales se han visto muy disminuidas. "No valido la violencia, una persona con algo de educación puede hacer cambio social, no es necesario derramar sangre para cambios sociales", dice. Al relatar la situación aparecen signos de frustración.
Comerciante saqueado
Jorge es un porteño con casi 30 años de antigüedad laboral. "Tenía mi vida casi solucionada. Ya estaba pensando en cómo sería mi jubilación y ahora de un momento a otro, perdí casi todo. Había hecho inversiones pensando en Navidad. Tres días antes de la huelga me asaltaron en una encerrona", dice. Rompieron el vidrio de su auto, le colocaron una pistola en la cabeza y le robaron todos los productos para su local nuevo, ubicado en calle Condell.
"Cuando habla de su preocupación por su señora, quien lo acompañaba en el auto asaltado, su cerebro muestra altos niveles de excitación, valía muy negativa y otros indicadores asociados a un estrés postraumático", resalta el estudio.
Salud mental
El alza de licencias médicas por depresión, consumo de sicotrópicos y altos niveles de estrés se exacerbaron tras el 18 de octubre en Chile.
"Se han desencadenado una serie de sintomatologías en grupos específicos, ya sea que hayan vivido la violencia directa o no. Hay grupos importantes que necesitan de ayuda sicológica de urgencia, pues esto se considera una emergencia social que el cerebro lo llena como una situación de incertidumbre y de mucho miedo y si el tema no se trabaja puede provocar desde trastornos de ansiedad, de adaptación hasta estrés postraumáticos", concluyó Alfredo Sherrington.
Otros estudios del equipo encabezado por le sicólogo son: el cerebro y el fútbol, abstinencia de redes sociales en jóvenes, día del amor. La neuroseguridad, explica, se refiere a cómo el cerebro toma decisiones que pueden provocar que uno se accidente.