En torno al gobierno
Hace tiempo que venía preguntándome cual es el "plan estrategico" (si es que existe) del gobierno y he llegado a dos conclusiones: primero esta "seudo revolución a la chilena" no tendría los mismos efectos que en otros países de la región; lo anterior, porque las "espaldas económicas y productivas del país" son muy fuertes y superiores a las de otros. Y eso se ha visto y a los revolucionarios estimo les ha salido el tiro por la culata. Segundo la "resistencia" parece que la está aplicando el gobierno y en esa "estrategia" se sabe que mientras haya espalda de recursos y que no se han empleado las FAs, los "seudo líderes revolucionarios" no tienen tanta energía ni tenacidad para sostener una lucha o una crisis tan larga y en ello, Carabineros se eregirán como los grandes "héroes" ya que han demostrado ser capaces de "resistir" hasta el límite. En consecuencia, cada día que pase seguirá siendo favorable para el gobierno y como nuestros políticos y revolucionarios son "burgueses" no se pierden los feriados de fin de año y tampoco las "merecidas vacaciones, por lo tanto creo que la "Revolución Molecular Disipada", tal como lo dice su nombre, se irá "disipando" y cuando lleguemos a más del 10% de cesantía y que a la gente (clase media) le empiece a faltar las lucas y ya no tengan la olla para protestar y los más desvalidos, que están cada día mejorando su situación; la revolución disipada tendrá que esperar al menos hasta después de marzo, obvio post vacaciones y cuando haya que pagar las matrículas del colegio o la universidad y bueno siempre y cuando el Festival de Viña en febrero se realice ya que es el único evento masivo que está aún en cartelera y que hasta ahora, muchos apuestan que Mon Laferte, muestre sus pechugas con algún nuevo mensaje. Así que preparemos el traje de baño y nos volvemos a reencontrar en marzo. Y, amigos, que no se les vaya a ocurrir participar en esos bailes entretenidos en la playa al ritmo del hit del momento "el violador eres tú". Al menos yo andaré corriendo y miraré a lo lejos las coreografías, aunque reconozco que es pegajoso.
Bernardo Castro