Expareja de Vania afronta juicio por robos y violación
La causa no está relacionada con la muerte de la joven en 2017, pero existe un lazo. Su padre ruega por ayuda.
Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso
Más de dos años han pasado desde el asesinato de Vania Zúñiga, la joven madre que el 28 de agosto del 2017 fue hallada sin vida en su casa de Viña del Mar, junto a su pequeña hija que se encontraba al borde de la hipotermia. La investigación aún no tiene a responsables formalizados.
La familia de la víctima apuntaba sus sospechas a la expareja de Vania, Daniel Ortega, quien contaba en su contra con denuncias de violencia intrafamiliar, siendo condenado por agredir a la mujer mientras esperaba a la hija que tienen en común.
La conexión
Ayer, Ortega enfrentó un nuevo juicio en Valparaíso, donde se le acusa de un robo con violencia, otro con violación y un delito de amenazas. La causa no tiene que ver con la muerte de Vania, pero existe una conexión con ella.
El primer hecho de la acusación presentada por Fiscalía ocurrió el día 21, una semana antes de la muerte de Vania, quien supuestamente citó a R.J.C., una amiga venezolana, en la calle Numancia de cerro Esperanza para conversar, pero al llegar, la mujer se encontró con el imputado que le arrebató la cartera, la agredió y le robó el celular para luego huir.
En enero de este año fueron los dos hechos siguientes. El día 13 en la madrugada, la víctima A.J.B., trabajadora sexual, se reunió en calle Los Peumos del cerro Esperanza con el imputado. Allí él la amenazó con cortarle la cara mientras la violaba, la obligó a practicarle sexo oral, le robó dos celulares y huyó. Todo según la acusación de Fiscalía.
El día 15, Ortega contactó de nuevo a la segunda víctima para juntarse en calle Numancia y venderle -a $1 millón- los dos celulares robados. Si ella no accedía, Ortega aseguró hacer uso de fotos e información almacenada en los equipos. Fue detenido ahí.
Tras exponer los hechos presentados por el Ministerio Público, el fiscal Sergio Espinoza dijo en los alegatos de apertura que Ortega elige a las víctimas "con ciertas características. (...) Ambas trabajadoras sexuales contactadas mediante engaños y a través de violencia, les sustrae sus celulares. ¿Cuál es la obsesión? Continuar con su actuar delictivo y utilizar esa información para amenazar y extorsionar a sus víctimas".
Como primer testigo pasó al estrado la subcomisario Karen Aldunce de la Brigada de Homicidios de la PDI y su declaración hizo la conexión del caso con Vania, quien -según la oficial- era compañera de trabajo de la primera víctima del relato, quien el 1 de septiembre de 2017, en el marco de las diligencias investigativas del homicidio de Vania, declaró que tras el ataque que sufrió de parte de Ortega "enfrentó a Vania porque pensó que se había puesto de acuerdo con el sujeto para que la asaltara".
Fue en ese momento en que Vania, según la detective, le dijo a su compañera que "no había hecho nada y que su pareja unos 15 días antes le había robado su celular y que desde ese teléfono había llamado a otras amigas y las había amenazado".
Luego de la denuncia, a la extranjera "le exhibieron un set fotográfico y ella reconoció al sujeto que la asaltó. Dicha persona corresponde a Daniel Ortega, pareja de Vania", declaró Aldunce.
También llamó al papá
A la audiencia asistió el papá de Vania, Iván, y tras terminada la instancia dijo que tres días antes que su hija apareciera muerta, él también había sido contactado por el imputado desde el mismo teléfono con la excusa que quería ver a su pequeña hija.
En cuanto a la violación, la Fiscalía presentó como testigos a dos mujeres que vivían cerca del sitio del suceso.
V.A. aseguró que el 13 de enero "una niña llegó a mi casa" y pidió que "por favor llamáramos a su padre, estaba asustada, lloraba y me dijo que la habían violado más abajo".
A.T. agregó que "escuché ruido detrás de mi casa y había una pareja discutiendo. (...) Decía 'déjame, córtala, piensa en tu hija o hijo'. A los días escuché rumores de vecinos que una niña había subido llorando diciendo que la habían violado".
Tras finalizar la primera jornada de juicio, el papá de Vania dijo que Ortega "siempre ha sido el sospechoso número uno para nosotros. Quiero que pague el responsable de la muerte de mi hija; yo aún la recuerdo, la lloro. Estoy tan fuerte que seguiré hasta que esto termine, pienso que quizás quieren aburrirme hasta que archiven esto y quede impune. Pido que la gente se ponga la mano en el corazón y coopere, se puede resguardar la identidad, para que mi hija tenga descanso".