Porteño es el último artesano de adornos navideños de vidrio
Armando Estay trabaja todo el año en su taller del cerro Merced. Mientras escucha los partidos de Wanderers, crea delicadas y coloridas figuras de vidrio para el arbolito.
El espíritu navideño impregna poco a poco la agitada y movilizada ciudad Puerto. Pero hay un porteño de corazón que vive la Navidad todos los días del año. Se trata de Armando Estay, quien además de autodefine como "wanderino de cepa y amante de Valparaíso".
Además de tener el corazón verde, Armando es el último artesano que fabrica adornos navideños de vidrio en su taller ubicado en el cerro Merced. "De esos que se quiebran", como él muy bien los describe.
Lo conocimos en el puesto n° 73 de la tradicional Feria del Juguete del Parque Italia. Y nos contó de su pasión mientras acomodaba unas coloridas, brillantes y delicadas esferas, que ya quisiera lucir en su árbol de pascua.
Un hobby en extinción
"Desde que comenzaron a llegar productos chinos al país, ya nadie hace estos adornos navideños", cuenta Estay.
"Yo me acuerdo que estudiaba en la enseñanza media cuando descubrí esto. Y me encantó. Me enamoré", agrega con los ojos llenos de brillo, como sus creaciones.
Armando asegura que aprendió el oficio observando a otros artesanos. "Los mismos comerciantes que iban a Santiago a comprar los adornos, vieron a unos artesanos fabricándolos. Entonces se quedaron unos días aprendiendo en la capital y trajeron la técnica para acá".
"Yo empecé de a poquito. Ayudando en el plateado, dividiendo cortes... La verdad es que es una técnica súper difícil. Las figuras son de vidrio, entonces yo reciclo el tubo fluorescente, y una vez que está limpiecito, lo trabajo a pulso para darle forma a las diferentes figuras", detalla.
Las coloridas y delicadas creaciones van desde esferas de distintos tamaños hasta cisnes, monitos de nieve, lágrimas, uvas, trompos y las espectaculares puntas de lanza, que antiguamente se instalaban en la cima o cúpula del árbol de pascua para representar la Estrella de Belén, que según la tradición cristiana, guió a los Reyes Magos hasta el lugar del nacimiento de Jesucristo.
"Este es mi hobby. Es mi calma. Yo me instalo en mi taller cuando ando gruñón, cuando ando feliz, cuando me pongo a escuchar fútbol o música y así ocupo mis horas de ocio", dice Estay, quien además de artesano trabaja como guardia de seguridad y es prevencionista de riegos.
Pasión en colores
Armando Estay vive junto a su esposa y tiene dos hijos adultos que ya son profesionales. Y si bien su familia lo apoya con su pasión, ninguno se interesó en aprender a esculpir figuritas navideñas de vidrio.
"No entran ni a mi taller porque los olores de los productos químicos con los que trabajo son muy pesados. Hay que ser cuidadoso pero yo nunca me he accidentado. Bueno... me he quemado, me he cortado, pero nada grave. Igual no cualquier persona lo soporta. Hay que tener pasión. Tiene que haber pasión".
"Acá a veces viene gente que se entusiasma con aprender y que yo les enseñe la técnica, pero después no van al taller. Yo les he dado mi tarjeta y no van. Así que este oficio se va a ir conmigo", afirma.
"Lo que a mí más me enorgullece, es que todos los años vienen clientes por encargo y me compran una figura -por lo general una punta de lanza- y se la llevan al extranjero. Por ejemplo, una vez vino una persona que me dijo que se la había encargado su madre que vivía en Noruega".
"Yo estoy aquí en la feria desde el año 1999, pero siempre he trabajado en lo mismo porque es lo que a mí me gusta y no quiero que esto desaparezca de la feria", añade el artesano.
La fecha más hermosa
Para Armando, la Navidad es la fecha más hermosa para los seres humanos. Se reconoce como un hombre de fe y de familia.
Aún así, para Estay el actual contexto político y social del país no es indiferente. Y opina que las demandas de la ciudadanía son válidas.
"Yo creo que esto no va a parar porque las demandas son totalmente válidas y necesarias. Yo las apoyo al 100% porque vengo de una familia trabajadora y sé lo que cuesta ganarse la vida. Lo que sí, con lo que no estoy de acuerdo es con la violencia. Ojalá haya una especie de tregua por estos días", concluye el último artesano porteño de figuritas navideñas de vidrio.