Sorprende la energía de Pía Martínez, la joven de 20 años que en octubre de 2012 fuera trasplantada de corazón. Ayer, durante la inauguración del nuevo auditorio de la Fundación Doctor Jorge Kaplan, en Viña del Mar, la estudiante de música tocó su flauta traversa, emocionando a los asistentes y compartiendo con todos lo que señaló, es su mayor pasión.

Pía Martínez es, sin duda alguna, el rostro más representativo de la donación de órganos. "Yo no estaría aquí sin todo el equipo médico del Servicio Cirugía Cardiovascular del Fricke y tampoco estaría sin ese inmenso acto de amor de la familia que decidió donar el corazón de un ser querido", dijo la joven durante su intervención.

La inauguración de las nuevas dependencias de la fundación en Viña coincide con la celebración del mes del corazón y con el más reciente hito para la medicina nacional y latinoamericana, luego de que esta semana se materializara un programa piloto en el Hospital Gustavo Fricke que permitió, gracias al aporte de la misma Fundación Dr. Jorge Kaplan y la Universidad de Hannover, instalar un corazón artificial a dos pacientes con cardiopatías severas.

Las complejas intervenciones desarrolladas por el equipo del Servicio de Cirugía Cardiovascular del hospital viñamarino tuvieron un costo de 196 millones 500 mil pesos, recursos que fueron aportados por la propia Fundación Kaplan.

"Los recursos fueron a través de los aportes de la fundación que son fundamentalmente de los médicos del servicio de enfermedades cardiovasculares, de la municipalidad de Viña, de las donaciones de la familia Kaplan. Son esos aportes los que han contribuido a que tengamos esta obra y son también esos aportes los que hemos invertido para poder darle cobertura total a los pacientes con enfermedades cardiovasculares dado que la donación de órganos en Chile es demasiado escasa para poder darle una cobertura total a los pacientes que no tienen la chance de trasplantarse", precisó el presidente del directorio de la fundación, doctor Oneglio Pedemonte.

El alto costo del dispositivo y de la hospitalización de los pacientes que se han sometido a esta compleja intervención implica una inversión altísima por lo que la Fundación Kaplan espera que este programa tenga un seguimiento.

"Ahora es la comunidad o las autoridades los que tienen la responsabilidad que podamos seguir salvando vidas", precisó el doctor Pedemonte.

Alto costo