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Creían que dormía con los ojos abiertos, pero estaba muerto

Hombre pasó cinco días junto al cadáver de su acompañante. Le hablaba y hasta le ofrecía almuerzo.
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Algunos de los vecinos del Pasaje A de la población José Joaquín Pérez, del cerro Barón, estaban preocupados. Un extraño olor emanaba desde la última casa del pasaje, en donde habitaba un hombre de aproximadamente 65 años, a quien todos conocían como Adolfo Rojas.

El hombre, quien trabajaba como cartonero en el centro de Valparaíso, vivía hace más de 30 años en el sector, y pese a que no era muy sociable, todos lo conocían y pocas veces tuvo problemas con sus vecinos.

Por eso, hace más o menos una semana, a Jenny Rodríguez, vecina que tiene ubicada su casa justo al lado de la que habitaba Rojas, le llamó la atención no escucharlo más.

"Siempre se escuchaba su voz desde mi casa, pero desde hace una semana más o menos no la escuché más. La última vez que lo vi le llevé una olla con comida; le dije que si quería se la daba a los perros, pero me dijo que no, que se sentía mal, que no tenía ganas de cocinar y que se iba a comer la comida que le llevé. Esa fue la última vez que lo vi", señala Jenny, quien señala que de vez en cuando tenía algunos problemas con su vecino, pero que igual se preocupaba por él.

extraño olor

Junto a Adolfo vivía otra persona, un sujeto que, según los propios vecinos, "llegó hace dos años aproximadamente a vivir con él. Iba y venía, no estaba siempre en la casa, pero sí pasaba harto tiempo ahí", relata Hugo Villar, quien, al igual que los demás vecinos, no conocía su nombre.

"Durante estos últimos días comenzó a percibirse un olor insoportable en el sector. Nosotros pensábamos que era un perro muerto o algo que estaba en descomposición, pero nada. No había explicación para el mal olor", recuerda Jenny Rodríguez. "Mi hijo sentía que el acompañante de Adolfo hablaba, pero nadie le respondía. Le decía cosas como "ya poh, levántate. Ven a almorzar, no seas flojo", pero nadie le respondía", agrega.

Durante la mañana del martes, Jenny Rodríguez, preocupada por el mal olor que se percibía en el sector, intentó tomar contacto con su vecino.

"Le grité, pero me respondió el hombre que vivía con él. Le dije que había mal olor, que tal vez se les había muerto un perro. Él me dijo que no, que no me preocupara; después le pregunté por Adolfo y me señaló que se encontraba acostado, pero que estaba bien, que estaba recostado con los ojos abiertos", apunta la mujer.

En ese momento, Jenny le insistió al acompañante que hasta ese entonces vivía con Adolfo que fuera por ayuda. "Le dije que fuera al consultorio por si Adolfo no estaba bien. Después de un rato llegó y se encerró en la casa", señala Jenny.

estaba muerto

Hugo Villar, vecino de unas casas más arriba, ayudó a los carabineros a dar con la casa de Adolfo.

"Luego de ir al consultorio se fue a Carabineros y les dio aviso de que al parecer su acompañante estaba muerto. Con Carabineros bajamos hasta la casa y golpeamos como media hora. Finalmente abrió y salió un olor muy fuerte, muy asqueroso. Después Carabineros confirmó que el vecino estaba muerto y se llamó a la PDI", relata.

Finalmente se determinó que la persona llevaba cinco días fallecida y durante todo este tiempo, su acompañante, del cual no se tienen mayores antecedentes, vivió con él.

El cuerpo de la persona fallecida está siendo periciado en el Servicio Médico Legal de Valparaíso, en donde además se le realizarán diversos análisis para determinar con exactitud la identidad del sujeto. Hasta el momento el cuerpo no ha sido reclamado por algún familiar.

Servicio médico legal