Hace unos días, una perra Chow Chow, llamada "Nachita", se escapó de su casa ubicada en Progreso con Venecia, en Villa Alemana, encontrando la muerte a sólo pasos de allí.

El alcalde José Sabat, quien justo iba conduciendo su vehículo a esa hora, la atropelló, topándose con un residente del sector, quien le exigió que se hiciera cargo de ella. Sabat, consciente del accidente, dispuso que un funcionario municipal la trasladara a un veterinario, en donde según la dueña, pasaron a Nachita por un perro vago.

"El médico indicó que el animal estaba grave y que podía salvarse con un tratamiento costoso, pero el alcalde decidió que se le practicase la eutanasia, la cual además, fue financiada a través de un convenio que mantiene el municipio con la ONG SOS Animal", consignaron en las redes sociales.

Manifestación

Posteriormente, el cadáver de la perrita fue tirado en el vertedero municipal, en donde sus dueños fueron a recogerla.

Dado lo anterior, la familia, amigos y vecinos del sector, decidieron manifestarse pacíficamente para pedir justicia por el caso. En la cuadra, cercana al domicilio del alcalde, se congregaron jóvenes, adultos y ancianos con carteles y globos naranjas. "Alcalde José Sabat, asesinaste a nuestra Nachita" y "Justicia para Nachita", eran los mensajes que más se repetían.

Según Juan Sánchez y Janina Sánchez, los dueños de la mascota, "la lucha es por el mal procedimiento que se realizó después del atropello y la imposibilidad de decidir si pagarían por el tratamiento que podría mantener aún viva a su mascota".

El concejal Claudio de la Horra, quien también se encontraba presente en la actividad, se adhirió apuntando que "es un asunto de mal uso de fondos y abuso de poder en el sentido de, primeramente, pasar a la perrita como un perro vago y además, utilizar dineros del presupuesto municipal en vez de pagar con sus propios recursos".

Al mediodía, un carro policial se presentó en el lugar por presuntos ruidos molestos, pero Sánchez habló con Carabineros pidió empatía, explicando que la manifestación estaba siendo pacífica. Finalmente, la lucha por la justicia animal siguió por un momento más, recalcando que si a Nachita se le hubiese sometido al tratamiento indicado, se habría salvado.

Al respecto, el alcalde José Sabat le envió una carta a la dueña, aclarando que si ella hubiese estado presente en el momento que el veterinario atendió a su perrita, ella habría tomado la misma decisión de "dormirla". Esto molestó a la joven, porque consideró que el jefe comunal "no tenía derecho a decidir eso".

Eutanasia