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Buque Escuela Esmeralda

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El próximo domingo 22 de septiembre zarpará desde el Puerto de Valparaíso el Buque Escuela "Esmeralda", de la Armada de Chile, para dar cumplimiento a su 58º Crucero de Instrucción de Guardiamarinas y Grumetes, en una misión consagrada a mostrar al mundo la grandeza de nuestra historia, cultura y desarrollo. La nave fuera adquirida por Chile a España en 1954. Este acontecimiento marcó desde entonces y para siempre la vida de generaciones de marinos y de quienes han tenido el privilegio de conocer su magnífica e imponente arboladura.

La unidad, todo un símbolo en el accionar marinero de nuestro país, fue adquirida luego de que la embajada de ese país por intermedio de su agregado naval se acercara al ministerio de Defensa Nacional con el objeto de conseguir que el Gobierno de Chile adquiriera para su Armada un buque a vela y motor de las mismas característica del "Sebastián Elcano".

La forma de pago sería en gran parte en pesetas y también mediante el envío de cobre, salitre y acero de Huachipato.

Gran artífice en la compra de este buque fue el subsecretario de Marina de la época, contraalmirante Pedro Espina Ritcher, que contó con el apoyo del comandante en jefe de la Armada vicealmirante Carlos Torres Hevia, del Presidente de la República Gabriel González Videla y del Congreso Nacional.

De esta manera, el 16 de junio de 1954 inició su viaje a Chile recalando en Valparaíso el 1 de septiembre donde recibió una entusiasta recepción popular. El 4 de septiembre fue visitado por el Presidente de la República, Carlos Ibáñez del Campo.

El año 1955 inicia su primer e histórico viaje de instrucción al extranjero al mando del capitán de fragata Víctor Wilson Amenábar llegando hasta las costas del Japón.

En cada puerto que visitó el buque fue objeto del cariño del público, pero donde éste se exteriorizó con más fuerza fue en Yokohama.

Allí la visita de la gallarda nave produjo un entusiasmo que fue creciendo hasta llegar a su mayor expresión el domingo 5 de junio, donde una muchedumbre cordialmente interesada circuló durante varias horas sin cesar por sus cubiertas, pasillos y entrepuentes.