No es primera vez que la dirigencia caturra pasa por esto; de ahí que los hinchas están podridos con el tema. En enero no había estadio para recibir a Universidad de Chile y, esta vez, no hay recinto para jugar el Clásico Porteño.

Con la negación del estadio Lucio Fariña, por parte de la primera autoridad comunal, comenzaron a tejerse una serie de opciones para que Wanderers trasladara su localía. Que Santa Laura el sábado, que al baterista de Bon Jovi lo operarán de nuevo y ahora se podría jugar en el Monumental... hasta el Bicentenario de la Florida, el domingo, surgieron como alternativas. Pero nadie confirmó nada.

A escasos cuatro días de disputarse el cotejo, ayer nadie en el Decano contestó el teléfono para dar alguna señal sobre el destino final del clásico ante Everton.

DISCULPAS

Se supo que, tras la llamada de Jorge Lafrentz al alcalde Luis Mella, por la mañana, la relación entre ambos quedó en buenos términos, considerando que en dicha comuna se sintieron dolidos por el desaire de Wanderers de no querer jugar allí anteriormente. Incluso se filtró que el timonel caturro visitaría Quillota en horas de la tarde, con el fin de lograr un acuerdo que les permita utilizar el recinto el domingo a las 16.00 horas. Al interior de Wanderers la idea es insistir con el Lucio Fariña, quizás rebajando un poco el aforo -en principio se había hablado de 6 mil asistentes- y así evitar probables desmanes o desórdenes que afecten a los vecinos.

La misión de lograr tal acuerdo la tiene el propio presidente Jorge Lafrentz y hoy sería el plazo para confirmar escenario, ya que se deben poner a la venta los boletos, cuya galería costará 5 mil pesos.

Antes de toda esta batahola, el sector fijado para los evertonianos era la galería y para los caturros, la tribuna Andes.

Entre todas las malas caras que encontraron los caturros en Quillota, apareció un defensor. Se trata del concejal Ramón Balbontín, quien defiende la posibilidad de arrendar el estadio a Santiago Wanderers. "Independiente el club que sea, se debe arrendar el estadio. Manteniendo un cierto orden, yo defiendo que en Quillota se realicen la mayor cantidad de espectáculos deportivos", aseguró. La autoridad reconoció ser un hincha del cuadro caturro, aunque le baja el pulgar al técnico Ivo Basay. "Él argumenta que no le gusta venir acá, que se le lesionan jugadores... Yo creo que él para eludir una responsabilidad profesional, porque ha fracasado, busca excusas culpando a la cancha", explicó el concejal quillotano.

Una luz verde