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Efectos de la crisis mundial: más suicidios

Estudio confirma que una mala situación económica desestabiliza a los hombres.
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Esto es la crisis económica alrededor del mundo: mujeres y hombres angustiados calculando llegar a fin de mes. Sume gente sin trabajo, deudas, aumento de los precios, pánico, ojeras y depresiones profundas.

Un mundo completamente infeliz a causa de un colapso capitalista. El famoso hundimiento financiero fechado en el 2008.

Sin embargo, un estudio científico indagó aún más allá y comprobó que el drama monetario, además de producir úlceras y tensiones en todos los contribuyentes, está finalmente exterminando a los hombres.

Publicado en la revista British Medical Journal, la investigación -que, entre otras cosas, implicó una encuesta global a ciudadanos de cincuenta y cuatro países- confirmó una tesis horrenda: la crisis afectó a tal punto a la humanidad, que desde que se produjo su origen, exactamente ocurrido hace cinco años, los hombres se están suicidando mucho más.

Los investigadores sostienen que, hoy por hoy, hay cinco mil suicidios más que antes de la crisis. De hecho, el 2009, esto es un año después del colapso del modelo económico, se registró un alza de un 3.3% en los suicidios. Pero no en suicidios en general, sólo en los que respecta al género masculino. Y esto se debe a la cesantía. Ya lo había anunciado el inventor del psicoanálisis, Sigmund Freud: el hombre tiene ansias naturales de proveedor. El trabajo, dijo Freud, o bien, el éxito laboral es el motor de cualquier hombre. Un fracaso laboral derrumba al género masculino.

De manera que hay una plaga de suicidios en el mundo. Lidera el triste ranking el continente europeo. Lo sigue, a corta distancia, América. En fin. El mundo, a raíz de sus problemas de plata, se bajoneó. Y, angustiados, los hombres no ven otra alternativa que, simplemente, dejar de existir.

Aumentan los suicidios porque ya no hay plata. Sin plata no funciona la vida contemporánea. Pero la mayor cantidad de suicidios no se vincula a la pobreza: los que más se suicidan son los que son despedidos. Según parece, el fracaso puede llegar a doler mucho más que el hambre.

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