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Delincuentes desalmados se ensañaron con tata de 86 años

Vecinos denuncian robos de "hombres-ratas", que hacen hoyos en las paredes.
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Don Juan Salinas Reinoso tiene 86 años y pasó los últimos tres meses en la casa de su hijo Reinaldo, en el centro de Quilpué; sin embargo, porfiado él, quiso ir a pasar las fiestas a su casa y una semana antes del "18", arribó a su domicilio en la calle José Uribe, de Belloto Norte, sin imaginarse que unos días después, un grupo de desalmados casi le quitaría la vida.

Pese a que aún no hay claridad de cómo ocurrieron los hechos, habría sido a eso de las 15.00 horas del sábado cuando un grupo indeterminado de antisociales quebró la ventana de la casa y abrió la puerta. Los delincuentes encontraron a don Juan solo y, con un palo que tiene para trancar la puerta, lo apalearon, le robaron lo que pudieron y se fueron.

"Yo estaba fuera de la zona y apenas supe lo que le pasó, volví al tiro, hablé anoche (domingo) con él, pero aún estaba en shock y un poco desorientado, dijo que lo asaltaron y que le pegaron con la tranca, pero no sabía mucho más", dijo Reinaldo Salinas.

Los delincuentes, además de pegarle y robarle sus pertenencias, se fueron del inmueble dejando encerrado al anciano, que fue rescatado varias horas después de acontecido los hechos.

Juan Salinas Reinoso fue trasladado al hospital de Quilpué, donde le diagnosticaron múltiples hematomas y una fractura nasal complicada. En un momento se pensó en fractura de cráneo, pero eso fue descartado con un scanner que le practicaron. Sin embargo, en las próximas horas podría ser derivado al hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, debido a la gravedad de la lesión nasal.

COMO RATAS

El asalto que vivió el anciano fue la gota que rebasó el vaso y los vecinos, hastiados de tanto robo, no dudaron en informar cada una de las situaciones que viven a diario.

Silva tiene un almacén en el sector y dice que los ladrones han ingresado por donde han podido. Como si fueran topos o ratas, los sujetos rompen las murallas e ingresan a las propiedades de ella y de sus vecinos, donde destruyen todo a su paso y se llevan lo primero que pillan.

Junto a su negocio está la corporación de derecho privado Patricio Lynch, que en su interior tiene oficinas de distintas organizaciones como Cema Chile y una iglesia evangélica. Ellos, al igual que el negocio de la señora Irma, tampoco se han salvado de la acción de los "boqueteros".

"Entraron la madrugada del 11, del 12, del 14 y el 21 de septiembre. Rompen las murallas, sacan las protecciones y pasan como si nada para adentro, son como verdaderas ratas que se deslizan por los hoyos de los muros", dice Francisca Pino, tesorera de la corporación.

Pero ellas no han sido las únicas afectadas, porque varios vecinos se quejaron de los robos y asaltos que son víctima desde hace un mes a la fecha aproximadamente.

"Yo sufrí lo mismo hace dos años y después se terminó, pero esto es cíclico y ahora volvieron a atacar, por eso es que acá necesitamos una subcomisaría o una comisaría que vea Belloto Norte porque estamos al lado de la toma de Los Colonos y desde ahí bajan a robar", señala Sergio López.

Sin embargo, una de las vecinas que vivió el momento más dramático fue Margarita Morales, víctima de un ataque hace unas semanas. "Rompieron una ventana de la cocina y entraron, sacaron unas herramientas y las dejaron junto a la cama de mi hijo. Uno de ellos tomó un trozo de tronco de un árbol que uso para la salamandra y se lo tenía sobre la cara para pegarle mientras mi hijo dormía cuando, de milagro, despertó. Hubo un forcejeo y el tipo arrancó, pero mi hijo quedó todo cortado con las herramientas que quedaron al lado de la cama", señala la mujer.

Los vecinos aseguran que es una pandilla de unos siete a ocho sujetos, jóvenes y no tan jóvenes, angustiados por conseguir pasta base.

"Personalmente asistí a reuniones en el sector hace unos tres meses, había pequeños problemas y nosotros dispusimos algunos patrullajes inclusive de infantería, se vieron bastante disminuidos los problemas, las personas notaban la presencia policial y no habían mayores inconvenientes. Ahora, en el último periodo no habíamos tenido ningún tipo de reclamo por parte de la cuidadanía de que habían vuelto a aumentar los delitos en el lugar, entonces vamos a poner en estudio los antecedentes para verificar la situación y si es así, volver a coordinar una reunión y aumentar los servicios y patrullajes preventivos en el lugar para disminuir este tipo de conductas de los antisociales", señaló el capitán Ricardo Luengo, subcomisario de los servicios de la Segunda Comisaría de Quilpué.

Carabineros