Magaly Carvajal Garrido es una vecina del cerro Santo Domingo que desde el año 2008 vive una pesadilla que podría terminar con ella... en la cárcel.

Su historia es una paradoja de principio a fin, pues doña Magaly pasó de ser la denunciante a la denunciada y hoy no sabe cómo arreglar este entuerto.

Hace cinco años, relata la porteña con papeles en mano, su vecino comenzó a construir una ampliación de su vivienda. Todo iba bien hasta que la ampliación topó con la casa de Magaly Carvajal.

"Instaló la canaleta de aguas lluvias sobre el techo de mi casa. Yo fui hacer el reclamo a la municipalidad y quedaron de enviar a un inspector. Se demoró mucho tiempo en ir y cuando fue, me dijo que esto estaba irregular", señala Magaly.

La acongojada mujer relata que "luego de una serie de trámites, se dio la orden de demolición, incluso la Contraloría General de la República ordenó a la municipalidad de Valparaíso, a través del Departamento de Obras Municipales, realizar este procedimiento; sin embargo nunca pasó nada".

Pero mientras Magaly realizaba las gestiones para lograr que su vecino demoliera la construcción que se encuentra pegada a su vivienda, éste último logró regularizar la situación de su construcción ante el municipio. "No sé cómo, pero logró que le regularizaran la construcción argumentando que ésta tenía una data del año 1949", agrega Magaly.

La pesadilla no terminó allí. "El 4 de julio del 2011 -afirma la mujer-, mi vecino me denuncia ante la municipalidad de Valparaíso porque, según él, yo construí sobre su terreno. En la municipalidad acogen su reclamo y el juez determina que debo pagar una multa de $120 mil. Como no la pagué, hoy (ayer) ya me fueron a buscar a mi casa los carabineros, para cumplir reclusión nocturna. Para que vea usted, así está la justicia en nuestro país", finaliza Magaly Carvajal Garrido.

Justo cuando Magaly Carvajal se entrevistaba con La Estrella, recibió una llamada telefónica que la dejó helada. "Me acaba de llamar mi papá, fueron carabineros a mi casa para detenerme porque debo hacer reclusión nocturna. Imagínese, soy una mujer que nunca había tenido algún problema y ahora me voy a ir presa por reclamar algo que era justo...", sentenció Magaly.

Policía

El tercer robo durante septiembre y el décimo en lo que va del año cometieron desconocidos al interior del jardín infantil "Pinocho", en el sector de Miraflores Alto, en Viña del Mar.

Según manifestó la directora, Carmen Gloria Romero, sería un delincuente no muy grande y delgado el que estaría detrás de todos los robos, por la similitud en el modo de operar en cada oportunidad.

Este mes, el sujeto ingresó los días 13, 16 y 25, y sustrajo artículos didácticos, juguetes, un equipo de música un DVD y libros, avaluados en un millón de pesos, sin contar los daños con los que quedó el establecimiento.

"La vez anterior, el tipo estuvo en el patio donde hizo sus necesidades y se limpió con los juguetes de los niños. Y anoche rompió una protección y entró a una sala donde teníamos todo el material embalado porque el jardín cierra por reparaciones. Hoy teníamos que venir a buscar las últimas cosas antes de irnos definitivamente y al llegar nos encontramos con este robo, es como si hubiera sabido que era llegar y llevárselas", señaló la directora.

Carmen Gloria Romero no pudo evitar emocionarse al hablar de la pérdida que sufren los niños cada vez que ingresan al establecimiento y que a lo largo de los años ya ha perdido la cuenta de las veces que los han robado.

puertas parchadas

El jardín tiene las evidencias de cada robo que les han realizando, las puertas están todas parchadas por cada vez que las han roto, los muros que bordean las protecciones están quebrados al intentar hacer palanca con destornilladores y ya no tienen cortinas porque también se las han robado.